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El artista aceptó la invitación de su colega Kcho, quien inauguró una muestra en el CaSa

Francisco Toledo acudirá a la Feria del Libro de La Habana en 2015

Acordaron varios proyectos artísticos entre ambos países, así como intercambio de estudiantes

A la apertura de Extraño día en la playa acudieron los dueños de las barcas con las que el cubano creó su obra: Nunca imaginé que en realidad navegué en un cocodrilo, dijo un pescador

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El pintor oaxaqueño donará libros de su editorial Calamus a bibliotecas de varias provincias isleñas. Kcho pretende llevar lo mejor de Oaxaca a La Habana el próximo año: Hasta la Guelaguetza, afirmóFoto José A. Pérez Alfonso
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El artista cubano donó cuatro piedras de litografía para que se eche a andar un taller de serigrafíaFoto José A. Pérez Alfonso
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Ustedes son los autores intelectuales de esta exposición, su memoria es lo que le da vida, expresó Kcho a los pescadores y sus familiares, quienes emocionados recorrían la exposición y reconocían sus embarcaciones: En esta pescó mi papá, ahí nació mi hijo, en esa me atrapó una tormentaFoto José Antonio López
Enviada y corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 7 de septiembre de 2014, p. 2

San Agustín Etla, Oax., 6 de septiembre.

Cuba espera el próximo año la visita del artista Francisco Toledo, quien aceptó la invitación de su colega Kcho para participar en 2015 en la próxima Feria del Libro de La Habana, en un hecho que, sin duda, será histórico por todos los proyectos que se preparan.

El pintor oaxaqueño donará libros de su editorial Calamus a bibliotecas de varias provincias isleñas, además exhibirá los 45 grabados que conforman su serie Las fábulas de Esopo. Se volarán papalotes diseñados por él, y en talleres, jóvenes y niños cubanos fabricarán esos juguetes para que posteriormente éstos se lancen en los cielos de Oaxaca.

Lo anterior se informó este sábado durante la inauguración de la exposición Extraño día en la playa que Kcho presenta en el Centro de las Artes de San Agustín Etla (CaSa). La pieza principal es un enorme lagarto construido con 20 lanchas que se compraron a pescadores de Pochutla y del Istmo de Tehuantepec, (como detalló La Jornada en su edición del 2 de septiembre de 2014).

Los invitados especiales al acto fueron, precisamente los ex dueños de esas embarcaciones, quienes observaron sorprendidos las barcas que utilizaron durante muchos años para trabajar: Nunca imaginé que en realidad navegué en un cocodrilo, dijo uno de los pescadores, al ver su lancha transformada en una garra de reptil.

Felices, los pescadores observaban

A otros, en cambio, no les parecía extraño el destino que tuvieron sus barcas, pues en su comunidad, La Ventanilla (en Santa María Tonameca, Puchutla, Oaxaca), forman parte de una cooperativa de servicios ecoturísticos que también lleva a visitantes a conocer las lagunas que forman parte de un santuario de cocodrilos, zona que resultó devastada durante el año 2012 con el paso de diversas tormentas tropicales y huracanes, donde, dijeron, actualmente trabajan para recuperar todo lo perdido.

Felices, los pescadores recorrían la sala principal del CaSa junto con sus familiares, algunos visiblemente emocionados se fotografiaban con las obras del cubano; uno de ellos bromeó con sus amigos e introdujo su cabeza en las fauces del reptil que ocupa casi todo el espacio.

Ustedes son los autores intelectuales de esta exposición, su memoria es lo que le da vida. Estudié muchísimo toda la historia de sus barcas y saqué estos elementos. Me encantaría que me platicaran más de la historia de cada embarcación, señaló el artista cubano.

En esta pescó mi papá, ahí nació mi hijo, en esa me atrapó una tormenta, con aquella me arrastró un pez, en esta otra aprendí a pescar, fueron algunos de los relatos que se escucharon.

Son lanchas rotas, que ya hacían agua, pero cargadas de historia y con eso trabaja el artista, apuntó el curador Jorge Contreras.

Extraño día en la playa también incluye dibujos fantásticos que hacen referencia al tema que Kcho lleva trabajando desde hace años: la migración. Al igual que el gran caimán, sus cuadros fueron realizados en CaSa, entre ellos uno que donó a la colección de arte Jose F. Gómez del maestro Toledo y otro en los que utilizó tres notas de La Jornada, que fungen como las velas de varios navíos, textos en los que se informa acerca de la desaparición del estudiante Israel Moreno, sobre los conflicto de los migrantes en Oaxaca, así como un artículo de Ana María Aragonés sobre derechos humanos.

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Extraño día en la playa también incluye dibujos fantásticos que hacen referencia al tema de la migraciónFoto José A. Pérez Alfonso

Esta última pieza fue realizada minuto antes de la apertura de la exposición, Kcho recibió así al público, con la tiza para dar los últimos toques y un pegamento en aerosol para culminarlo. Orgulloso, presumió después su obra con el fundador del CaSa, Francisco Toledo.

La exposición es un gesto de amistad entre Cuba y México, un lazo que han construido dos artistas que tienen mucho en común, principalmente que su trabajo conlleve también un beneficio para sus comunidades, señaló el curador Jorge Contreras, quien mediante su asociación civil En Dos Lugares y con el apoyo de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta) ha provocado ese vínculo.

Convenios de colaboración

No sólo concretamos la exposición, sino que, a iniciativa del maestro Toledo, se van a firmar convenios de colaboración para que CaSa reciba estudiantes y artistas de Cuba y viceversa, agregó el promotor.

Kcho, uno de los artistas cubanos más reconocidos a escala internacional, también donó cuatro piedras de litografía para que cuanto antes antes se eche a andar un taller y se utilicen las prensas que estaban a punto de desecharse, y vamos a traer más. Cuando estudié en Cuba aprendí a hacer serigrafía en una igual a la que tienen aquí, por eso, cuando vine hace un año, me causó una grata impresión verla, me encantó, pero me comentaron que no tenían piedras.

El cubano aprovechó el momento para mostrar a Toledo una serigrafía realizada con unas de las piedras donadas. El artista juchiteco se inclinó y lo observó de cerca, mientras Kcho lo observaba nervioso hasta que Francisco Toledo, quien todo el tiempo se mostró de buen humor, se enderezó y dio su aprobación al cubano.

La idea de Kcho es llevar lo mejor de Oaxaca a La Habana el próximo año: Hasta la Guelaguetza, afirmó. Y la gastronomía, intervino Toledo, quien aseguró que sí va a ir, y recordó que vivió en el sur de Veracruz donde hay una influencia muy grande de cubanos. Me acuerdo de una familia que se apellidaba Vinales, casi como una provincia en Cuba que es Viñales.

–¿En qué se va a ir, maestro?, le preguntó una reportera, pues es bien sabido que el artista oaxaqueño tiene fobia a los aviones.

–En esas lanchas, respondió de inmediato Toledo, con una gran sonrisa.

–En lo que sea nos lo llevaremos. Le vamos a hacer una embarcación para él, un lagarto, concluyó Kcho, quien desarrolla en Cuba un proyecto en la comunidad de Romerillo, para transformarla en una ciudad sustentada por el arte.

Ahí también se recibirá el próximo año a un grupo de médicos, pues el espíritu de la colaboración entre él y Toledo va más allá del interés artístico, explicó Jorge Contreras.