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En el IBM crean chip que imita al cerebro; en Harvard y el MIT, robots que se arman solos

Surgen nuevos avances en robótica que pueden cambiar la sociedad

TrueNorth, del tamaño de un timbre postal, replica las funciones del lado derecho, donde se procesa la información que perciben los sentidos

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Inspirados en el antiguo arte japonés del origami, juguetes infantiles y tal vez en los Transformers, científicos e ingenieros de Harvard y el MIT crearon estos robots de papel que se arman solos. Miden unos 15 centímetros de lado y unos cinco centímetros de altura; pesan menos de 85 gramos y se mueven a una velocidad de cinco centímetros por segundoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de agosto de 2014, p. 2

Washington, 8 de agosto.

Investigadores presentaron este jueves un chip del tamaño de un sello de correos que opera como una supercomputadora que imita el funcionamiento del cerebro humano.

El llamado chip neurosináptico abre todo un abanico de posibilidades en computación, desde autos que se manejan solos a sistemas de inteligencia artificial que pueden ser instalados en teléfonos inteligentes, según sus creadores.

Los investigadores de IBM, Cornell Tech y colaboradores del mundo dijeron que requirió todo un nuevo concepto de diseño en comparación con arquitecturas de computación previas, avanzando hacia un sistema llamado computación cognitiva.

Nos inspiramos en el córtex cerebral para diseñar este chip, dijo Dharmendra Mohda, jefe científico de IBM para la computación inspirada en el cerebro.

Mohda explicó que el linaje de las computadoras actuales se remonta a máquinas creadas en los años 40, esencialmente calculadoras de números secuenciales, que actúan de forma matemática o que lleva a cabo tareas propias de la parte izquierda del cerebro.

Pero el nuevo chip, bautizado TrueNorth, opera imitando el lado derecho del cerebro, donde están las funciones que procesan la información percibida por los sentidos, por lo que puede responder a imágenes, aromas e información del entorno para aprender a responder en distintas situaciones.

Los investigadores diseñaron TrueNorth con un millón de neuronas programables y 256 millones de sinapsis programables, en un chip con 4 mil 96 núcleos y 5 mil 400 millones de transistores.

Otro factor clave de este chip es su bajo consumo, ya que funciona con una pequeña batería como las que se usan en los audífonos, por lo que podría instalarse en autos o celulares inteligentes.

Sus inventores creen que todavía pasarán años antes de que el chip esté disponible en aplicaciones comerciales; destacan que tiene el potencial de transformar la sociedad, sobre todo cuando en un futuro computadoras híbridas combinen las capacidades de ambos lados del cerebro.

Cualquiera con 100 dólares podrá adquirir un robot de papel, pero su sofisticación los hace capaces de realizar tareas espaciales y peligrosas

Ap

Washington, 8 de agosto.

En lo que parece ser el nacimiento de robots baratos y fáciles de fabricar, investigadores crearon máquinas complejas que se transforman en autómatas móviles partiendo de poco más que una hoja de papel y piezas de plástico.

Inspirados en el antiguo arte japonés del origami, juguetes infantiles y posiblemente de las películas de Transformers, científicos e ingenieros de Harvard y el MIT crearon robots de papel que se arman solos.

Están hechos con materiales para hobbies que cuestan unos 100 dólares. Después de instalarles baterías y motores minúsculos, un robot de papel se yergue sobre cuatro patas endebles y comienza a deslizarse de manera espasmódica. Se transforma de una hoja de papel en un robot de cuatro patas en sólo cuatro minutos.

Este tipo de robot pequeño y ligero podría explorar el espacio exterior y otros ambientes peligrosos, y meterse en lugares estrechos para realizar búsquedas, dijeron investigadores, pero es sólo el inicio de lo que podría ser la revolución robótica que desde hace mucho tiempo se ha imaginado.

El investigador de robótica en Harvard, Sam Felton, principal autor del estudio publicado el jueves en la revista Science, y su coautora Daniela Rus, del MIT, dijeron que imaginan que llegará un momento en que alguien que quiera un perro-robot capaz de caminar vaya a una tienda que tenga el equipo especializado para fabricarlo.

Con el tiempo, la tecnología podría producir máquinas más complejas.

“En principio será posible decir: ‘Quiero un robot que juegue ajedrez conmigo’, y generar una máquina que tenga las habilidades informáticas para jugar ajedrez contigo”, dijo Rus.

Hoy día cuesta mucho dinero construir un robot, pero este método es rápido, barato y especializado, dijo Rus.

Este es un proceso de diseño sencillo, flexible y rápido, y un paso más cerca de la visión de tener robots en construcción las 24 horas del día, dijo Rus.

Estos robots no están cerca de parecerse a los Transformers que cobraron fama con la serie animada y las películas. Una vez que se ensamblan automáticamente con bisagras activadas por calor que les permiten doblarse, ya no hay más cambios, dijeron Rus y Felton.

Los robots comienzan un poco más pequeños que una hoja de papel normal. Se añaden baterías y motores que se compran en las tiendas por unos 80 dólares. En conjunto, las máquinas primitivas que hicieron los investigadores, junto con el equipo para construirlas, cuestan menos de mil dólares cada uno, dijo Felton.

Los robots miden unos 15 centímetros de largo por 15 de ancho, y unos cinco centímetros de altura. Pesan menos de 85 gramos. Se mueven a una velocidad de cinco centímetros por segundo, pero pueden fabricarse más grandes o más pequeños, con ciertas limitaciones, dijo Felton.

Dijo que el sistema de activación por calor de las bisagras se inspiró en los juguetes Shrinky Dinks, que se encogen y doblan al ponerse en el horno.

El pionero de la robótica Rodney Brooks, profesor emérito del MIT, quien no participó en la investigación, dijo que esto podría ser cercano a otros grandes cambios en la tecnología, como las impresoras 3D o incluso la computadora ENIAC, de 1947.