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Su investigación, inviable en el aspecto económico, asegura virólogo de Gran Bretaña

El virus del ébola, aunque letal, ha dejado menos muertos que el dengue y la malaria

Medicamento desarrollado en Estados Unidos ha mostrado resultados prometedores en monos

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Funcionarios de salud esperan a los pasajeros que llegan al Aeropuerto Internacional de Murtala Muhammed de Lagos, Nigeria, el país más populoso del África. El lunes las autoridades confirmaban el segundo caso de contagio del ébolaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 5 de agosto de 2014, p. 36

Londres, 4 de agosto.

Durante las cuatro décadas desde que el virus del ébola fue identificado en África, el tratamiento no ha cambiado mucho. No hay medicinas certificadas ni vacunas para la enfermedad mortífera.

Algunos medicamentos se están desarrollando, aunque ninguno ha sido puesto a prueba rigurosamente en seres humanos, pero un tratamiento experimental fue probado esta semana en una asistente de salud estadunidense infectada, según el grupo con sede en Estados Unidos para el cual aquella trabaja en Liberia.

Sin un tratamiento específico, médicos y enfermeros se concentran en aliviar los síntomas de la enfermedad –fiebre, jaquecas, vómitos y diarrea– y en mantener a los pacientes hidratados y cómodos.

El brote en cuatro naciones de África Occidental –Liberia, Guinea, Sierra Leona y Nigeria– ha enfermado a más de mil 603 personas y al menos 887 han muerto desde marzo.

¿Por qué no hay un tratamiento?

El virus del ébola es difícil de tratar, porque no se desarrolla bien en pruebas y los experimentos sólo pueden efectuarse en relativamente pocos laboratorios con las mayores medidas de seguridad.

Aunque el ébola es letal, es infrecuente. Los brotes son imprevisibles y dan a los especialistas pocas oportunidades de experimentar con nuevos tratamientos.

Si bien la epidemia actual es la mayor registrada, el número de enfermos es pequeño en comparación con los muertos por otras enfermedades, como la malaria o el dengue. Gran parte del financiamiento para el ébola procede de gobiernos que se preocupan de que el virus sea usado en un ataque bioterrorista.

No es económicamente viable para ningún laboratorio farmacéutico efectuar esta investigación, porque tienen que pensar en sus accionistas, observó Ben Neuman, virólogo de la Universidad de Reading, en Gran Bretaña.

¿Qué es lo que hay por ahora?

Hay una media decena de fármacos y vacunas en desarrollo, varios de los cuales han recibido financiamiento de Estados Unidos. Un medicamento desarrollado por el ejército estadunidense ha mostrado resultados prometedores en monos.

Creemos que esto puede funcionar debido a los modelos con animales, pero hasta que no se hagan estudios con seres humanos no se sabrá, advirtió Fred Hayden, especialista en enfermedades infecciosas en la Universidad de Virginia, que no participó en esa investigación.

Una compañía canadiense, Tekmira, tiene un contrato de 140 millones de dólares con el gobierno estadunidense para desarrollar una vacuna para el ébola.

¿Deben usarse drogas experimentales?

No hay consenso entre los científicos acerca de si conviene poner a prueba fármacos y vacunas experimentales antes de ser aprobados, aunque esa posibilidad se discute informalmente.

Dada la naturaleza prolongada y sin precedente de la epidemia, debemos considerarlo seriamente, afirmó el doctor Peter Piot, codescubridor del ébola en 1976 y director de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

Algunos expertos dicen que no es ético usar tratamientos o vacunas que no han sido puestos a prueba minuciosamente y advierten que los resultados podrían ser desastrosos.

Ninguno de esos fármacos o vacunas están listos para ser usados en seres humanos desde un punto de vista legal, afirmó el doctor Heinz Feldmann, director de virología en el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.