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La realidad que se vive en México inspira mis trabajos, señala Rey Morales

Con un arsenal de obra creada, joven pintor busca galería en la ciudad de México

No debo estar a la espera de que alguien venga a encontrar un diamante en bruto, expresa a La Jornada

Trabajé en el Iago y siempre he respetado a su fundador, el maestro Francisco Toledo

 
Periódico La Jornada
Martes 5 de agosto de 2014, p. 5

Salir de viaje con mis propios medios o entrar a una pelea de box es lo que representa para el artista Rey Morales (San Antonio Arrazola, Oaxaca, 1981) enfrentarse a la tela en blanco.

Es una batalla, finalmente, aunque también es gozo: “El placer tiene muchos rostros, ¿verdad? No puedo estar estático a la espera de que alguien venga a encontrar un diamante en bruto. Tampoco me gusta.

Desde que empecé a pintar hasta ahorita ha sido enfrentarme a mundos nuevos para crear cosas siempre en distinto nivel, de todo tipo, desde lo académico hasta lo experimental, y realmente estar consciente de lo que estoy creando. Con ese objetivo, pues, me enfrento a la batalla, a la lucha.

Más conocido en los países escandinavos, donde ha trabajado en múltiples ocasiones, que aquí, Morales ha venido a la ciudad de México en búsqueda de una galería y trae un arsenal de pinturas de varias dimensiones, obra figurativa, pero de tendencia expresionista. También es escultor y grabador.

Viaje a Europa

Nacido en el Valle de Oaxaca, Rey Morales empezó a pintar a los nueve años en unos talleres populares, digamos, para el pueblo.

Montó su primera exposición en 1994, en el Centro Cultural Flores Magón, ya desaparecido. Terminada la educación media superior, ingresó a la carrera de artes plásticas en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.

Al concluir la secundaria, el entrevistado tuvo oportunidad de viajar a Europa: “Tenía 16 años. Fui a exponer mis pinturas y a presentar una obra de teatro con un grupo de amigos. Allí surgió el enlace con algunas organizaciones en Dinamarca y demás países escandinavos.

Después de que terminé la universidad me invitaron a estudiar allá. Estuve practicando en un taller de escultura. Allí fue el comienzo de mi carrera más en serio, porque empecé a vivir de lo que hacía.

–En sus búsquedas, ¿qué es más relevante, la temática, la composición o el color?

–Desde que me inicié hasta el momento he pasado por todo tipo de preocupaciones. He aprendido a solucionar mis series de un modo muy particular. Mis piezas son totalmente auténticas, por lo mismo de que he pasado por varias etapas en mi vida, desde la preocupación académica hasta lo experimental.

–¿Hacia dónde se dirigen sus experimentaciones?

–Al encuentro conmigo mismo.

–¿Cómo han sido estas exploraciones?

–Vienen desde temas hasta la materia misma por sí sola. Al momento tengo que encontrarme en mi obra a partir de la aventura, más que nada. Empiezo un cuadro y a veces no sé qué va a surgir.

“Muchos cuadros han sido sólo bocetos y al final descubro qué tema quería tocar o por qué me nació tocar o hacer bocetos de ciertos personajes, por ejemplo.

‘‘Después del trabajo de campo que hagor, reúno todos los bocetos y veo cuáles son los temas que me preocupaban en el inconsciente, tal vez, porque me gusta hacer bocetos de personajes.

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Exploro temas que de algún modo son universales, porque la persona humana viene a eso: aprender y disfrutar de la vida, señala a La Jornada Rey Morales (con una de sus pinturas)Foto Luis Humberto González
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Uno de los cuadros de Rey Morales, nacido en San Antonio Arrazola, Oaxaca, en 1981Foto Pablo Espinosa

“Es allí donde empiezo a encontrarme con los temas, es decir, con las escenas que plasmo y que tienen mucho de mi vida personal, aunque sea parte de las tradiciones populares del pueblo.

“Son escenas a veces muy específicas, como el toreo de juegos pirotécnicos. Luego están los grupos afrodescendientes que tenemos en Oaxaca y sus carnavales.

Me llamó mucho la atención el simbolismo que ellos imprimen a sus máscaras, danzas y escenografías. Hago primero muchos bocetos y al final veo cuál es la escena que pudiera expresar con mis propios medios. La mayoría de mis trabajos son así, inspirados principalmente en la realidad que vivimos en muchas partes del país.

Rey Morales va a Europa casi cada año. Entre las muchas actividades que ha realizado allá están los talleres de pintura que impartió como parte de la exposición promovida por la actriz y activista Ofelia Medina, ¡Pintemos murales! El arte mural de las niñas y los niños, itinerante por dos décadas.

Allá ven su obra como mitología, o fantasía latinoamericana, pero para el artista más bien es parte de la realidad que trato de plasmar.

Línea de exploración propia

–¿Qué siente cuando lo relacionan con la llamada escuela oaxaqueña de pintura?

–En Oaxaca han surgido bastantes personalidades en el arte, sobre todo en las artes plásticas. De repente es un poco complejo, pero me siento cómodo, porque estoy muy consciente de los temas que deseo tocar, muy seguro de lo que hago en el sentido de que no me dedico a copiar o imitar a algún artista en particular, pues tengo mi propia línea de exploración.

No me ofende para nada porque soy de Oaxaca. Sin embargo, la obra que genero no es exclusivamente oaxaqueña. Trato temas de dos o tres regiones del país, pero de algún modo son universales, porque el ser humano viene a eso, a aprender y disfrutar de la vida.

Rey Morales reconoce como uno de sus maestros al pintor y escultor oaxaqueño Alejandro Santiago (1967-2014), con quien tuvo en los dos años recientes encuentros que nos unieron mucho. Además, me dejó muy buenos aprendizajes. Me hizo explorar más allá la materia. Agrega: “Siempre nos nutrimos de las personas que tenemos cerca. Otro es Guillermo Olguín, de quien fui asistente antes de entrar a la universidad. Me han influido bastantes artistas, pero solamente los digiero a mi modo. Nunca pretendo imitarlos. Siempre se genera una relación de amigos, que es algo más rico.

En algún momento trabajé en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (Iago) y siempre he respetado a su fundador, Francisco Toledo, como el maestro que es, sobre todo, por la calidad de su obra. No me encierro a encontrarme únicamente, siempre me gusta tener referencias para hacer una búsqueda.