Sociedad y Justicia
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Opinan teólogos y expertos sobre el ministerio en el siglo XXI

Exorcismos, una forma de control de los feligreses que usa la Iglesia católica
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de agosto de 2014, p. 36

Expertos en asuntos religiosos y teólogos señalaron que los exorcismos son una forma de control que ejerce la Iglesia católica sobre los feligreses, pues se asigna la potestad de sacar de ellos el mal, añadieron que ante tantos problemas sociales en los que dicho credo podría tener mayor presencia, preocuparse por el demonio en pleno siglo XXI, pareciera una pérdida de tiempo.

La arquidiócesis de México ha puesto especial interés en el ministerio del exorcismo. Promovió el seminario impartido la semana pasada por el exorcista italiano Sante Babolin, quien realizará el encuentro Fe católica y demonología, con el cual busca poner freno al demonio en el Distrito Federal.

En entrevista, el teólogo Jaime Laines, también del Centro Antonio de Montesinos, comentó que los exorcismos son una forma de control y de ejercer poder sobre las conciencias, porque algunos de sus sacerdotes son los que tienen el poder de sacar al diablo y determinan quién lo tiene y quién no. Los católicos más progresistas dirán que esto es otra tontería de la Iglesia, pero también es cierto que a muchos los atraerá aún más en esta época de fundamentalismos.

Añadió que la Iglesia católica debería andar más en los temas sociales y en la evangelización, tendría que dedicar más tiempo, dinero y esfuerzo a cosas más útiles. Pero distraer en cosas como éstas es parte de la crisis de una Iglesia que sigue aferrada de muchas cosas del pasado.

Añadió que el mal existe, pero no como un ente aparte de la condición humana. Muchos no creen que exista un ser personalizado llamado diablo o demonio que ande por ahí poseyendo personas. Una teología más progresista y moderna ya no acepta tan fácil al diablo como un ser, sino que explica el mal en el mundo como libertad de la condición humana. Tenemos la capacidad de elegir hacer daño, pero es más conveniente que exista el diablo para echarle la culpa.

Según los cristianos, el mayor poder del maligno es que no se crea en su existencia. Este ser sobrenatural, que tienta a la humanidad y se opone a Dios, está presente en las escrituras. En el Nuevo Testamento Jesús realiza exorcismos.

Elio Masferrer, antropólogo, precisó que el interés de la arquidiócesis por reforzar dicho ministerio podría relacionarse con el hecho de que los evangélicos están ganando la partida, pues tienen un grupo de especialistas en el ministerio de liberación y hay una serie de exorcistas evangélicos acreditados entre la gente que cree en endemoniados.

Consideró que los exorcismos son una franja del mercado religioso, ya que quienes tienen parientes que han sido exorcizados y han quedado más o menos presentables y sociables, quedarán agradecidos toda la vida.

Creer en Satán es un asunto de fe, y añadió que los sectores más retrasados de la sociedad, los menos alfabetizados son los que con mayor frecuencia creen en estas situaciones.