Las comunidades eclesiales de base expresaron su rechazo a las reformas constitucionales, porque ponen en riesgo la soberanía de la nación. Acerca de los cambios en materia energética, precisaron que con la intervención de empresas extranjeras se planea saquear al país con la explotación de minas e hidrocarburos, contaminando el aire, la tierra y el agua.

En un documento emitido con motivo del 19 encuentro de las comunidades eclesiales, manifestaron su inconformidad y rechazo rotundo al crimen organizado y a la violencia, que causan muerte y dolor, e interpela nuestra indiferencia y apatía ante esta realidad.

Precisaron: con tristeza e indignación denunciamos que el sistema neoliberal consumista y globalizado promueve una cultura de muerte, que cada día toma mayor fuerza y violenta la vida de nuestros pueblos.

En el contexto del problema de los niños migrantes no acompañados, expresaron su repudio al maltrato y abuso a nuestros hermanos migrantes.

En la proclama final del encuentro, celebrado en Monterrey, Puebla y Ciudad Guzmán, criticaron los casos de pederastia que se han presentado en la Iglesia católica y el solapamiento de esos crímenes por la jerarquía eclesial. No a los casos de violación de menores y encubrimiento de algunos pastores en nuestra Iglesia.

Asimismo, reconocieron que en medio de la difícil realidad existen algunos signos de esperanza que alimentan, desarrollan y fortalecen la vida: la organización de las comunidades, las experiencias de proyectos de economía solidaria, de salud tradicional y alternativa, la defensa de los derechos humanos, las luchas contra los megaproyectos y contra la minería.