Buenos Aires.

Con una primera parada en Cuba, donde se reunió con el líder histórico de la revolución cubana Fidel Castro, el presidente ruso Vladimir Putin inició este viernes una gira por América Latina, que incluyó hasta el momento una visita a Nicaragua y otra a Argentina, y continuará en Brasil, donde asistirá a la final del Mundial de Futbol y acudirá a una cumbre del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

El recorrido del mandatario ruso es visto como un esfuerzo por ampliar su influencia en países cercanos a Estados Unidos, en un momento en que el gobierno de Barack Obama y otros países occidentales lo presionan para detener su apoyo a los separatistas pro rusos de Ucrania.

En su primera escala en La Habana, Putin firmó con el gobierno cubano una decena de acuerdos en los sectores de energía, industria, salud y prevención de desastres. Previamente, asistió a una ceremonia en el Monumento al Soldado Internacionalista Soviético de La Habana, acompañado por el presidente Raúl Castro. Finalmente fue recibido por Fidel Castro, con quien rememoró los lazos históricos y económicos entre ambos países.

Más tarde, el mandatario realizó una sorpresiva visita a Nicaragua, lo que reflejó el interés de Rusia en mantener un aliado en Centroamérica. Nicaragua es un socio muy importante de Rusia, aseguró al reunirse con su par nicaragüense, Daniel Ortega, quien se dijo honrado con la inesperada visita, que fue la primera de un presidente ruso al país.

Ya en Argentina, Putin se reunió el sábado a solas con la presidenta Cristina Fernández en la Casa Rosada, con quien firmó una serie de acuerdos en materia de comunicación, cooperación en el uso pacífico de la energía nuclear y asistencia legal en asuntos penales.

El lunes el presidente ruso llegará a Brasil, donde permanecerá durante cuatro días y asistirá a una reunión del grupo de los BRICS en la ciudad brasileña.