La crisis humana que enfrentan los miles de migrantes –mexicanos o centroamericanos– en su intento por llegar a Estados Unidos es responsabilidad del gobierno de ese país y del mexicano, pues no han asumido su responsabilidad internacional para proteger a ese sector vulnerable, en particular a los niños, aseveró el ex ombudsman nacional José Luis Soberanes.

En entrevista con La Jornada, el ex titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) indicó que el gobierno estadunidense es ‘‘hipócrita’’ al manejar un doble discurso y presentarse como liberal, pero en los hechos relacionados con el tema migratorio ‘‘es totalmente conservador’’, lo que ha causado que quienes intentan ingresar sin documentos a ese país, sobre todo los menores de edad, ‘‘son víctimas de los actos más atroces’’.

Integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Soberanes agregó que del lado mexicano el principal problema es la corrupción que permite que policías, agentes de migración y criminales lucren con el paso por México de los migrantes.

‘‘Hay abuso porque los migrantes son personas vulnerables debido a que no tienen papeles, por lo que no pueden acudir con las autoridades a reclamar que los atiendan, corren el riesgo de que los expulsen del país y prefieren sufrir las vejaciones a poner una denuncia.’’

Recordó que en junio de 2009, cuando estaba al frente de la CNDH, realizó el primer informe especial sobre migrantes, en el que se documentó que en sólo seis meses (de septiembre de 2008 a febrero de 2009) 9 mil 758 indocumentados fueron secuestrados (más de 50 por día), delito que dejó beneficios de 25 millones de dólares para el crimen organizado. El reporte estimaba además que unas 20 mil personas sin documentos en tránsito por México podrían ser plagiados cada año.

‘‘Nuestro informe fue muy contundente, pero nos tomaron por locos, no nos hicieron caso, y (hoy) ahí están los resultados (...) Efectivamente hay una crisis humana, pero es creada por los gobiernos de México y Estados Unidos, y deben asumir su responsabilidad.’’

Para el investigador universitario, las declaraciones de buena voluntad de las autoridades de ambas naciones no resolverán esta crisis, sino que se deben adoptar decisiones políticas y tomarse las cosas en serio.

En el caso de México, ‘‘no se trata de crear más instancias burocráticas que no resuelven nada. Ya existen muchos espacios (de derechos humanos) en secretarías como las de Gobernación y Relaciones Exteriores, así como en la Procuraduría General de la República; además, está el Instituto Nacional de Migración y otras instancias’’.