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La Jornada en Brasil 2014

Los alemanes se prepararon para neutralizarlos; sin ellos, ¿qué harán?

Las ausencias de Neymar y Thiago serán nuestra arma secreta

Argentina mostró que no es tan Argentina y Messi que no siempre es Messi

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Brasil sólo piensa en el martes, cuando enfrentará a Alemania en una de las semifinales del MundialFoto Xinhua
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 6 de julio de 2014, p. 7

Río de Janeiro, 6 de julio.

Pasado mañana es martes. En Brasil nadie piensa así. Se piensa que pasado mañana es Alemania.

Una amiga me pide mantener serenidad absoluta y explica: los alemanes, aburridos y metódicos, planifican todo. Tienen un esquema perfecto, o casi, para neutralizar a Neymar y con eso a la selección brasileña.

Ocurre que Neymar, gracias a una entrada criminal de un colombiano desclasificado llamado Camilo Zúñiga, le rompió una vértebra y no podrá jugar. En lugar de perder el norte frente a un juego decisivo sin Neymar, dice mi amiga, los brasileños deberían tranquilizarse: los alemanes tenían todo listo para jugar contra él. Sin él, ventaja nuestra.

Puede que sí. Puede que sí. En un Mundial electrizante como este, cualquier teoría es válida. Pero, ¿y la ausencia de Thiago Silva, gracias a una segunda tarjeta amarilla estúpidamente conquistada y justificadamente aplicada? A ver, a ver.

Ayer fue un día de tensiones absolutas. Argentina mostró que no es tan tan Argentina y Messi mostró que a veces se olvida de ser Messi. Como ahora miramos los partidos imaginando cómo será enfrentar a los ganadores salimos aliviados: con el Brasil del primer tiempo contra Colombia y la Argentina del segundo tiempo contra Bélgica, seremos campeones, sin duda. Lo difícil es combinar antes para que todo sea así.

Holanda finalmente derrotó, y en los penales, a Costa Rica. Otra sorpresa absoluta, la dificultad de los holandeses para ganar a los ticos, pero si Brasil juega contra la naranja como jugó el primer tiempo contra Colombia, y si los tulipanes lo hacen contra la verdeamarela como todo el juego contra Costa Rica, ganamos.

Es decir: hasta en previsiones absurdas e inviables ganamos. Somos más que presumidos de optimismo radical.

Pasaremos por los alemanes, claro. Pero siempre están los pesimistas que se dicen realistas, que paran por un momento y se preguntan: ¿pasaremos? Tremenda categoría de desagradables, los realistas.

No tendremos a Neymar ni a Thiago Silva, pero algo inventaremos. Eso creen los optimistas, los realistas y hasta los pesimistas de siempre, pero con un agregado: los pesimistas de siempre creen que algo inventaremos, pero que no funcionará.

A cambiar de tema.

Ayer, en el estadio de la Fonte Nova, en Salvador de Bahía, un vendedor de helados mostraba la capacidad brasileña de improvisar: cada vez que se adentraba en el sector donde estaban los hinchas extranjeros cambiaba su grito a: ‘áice criiiimmm, áice griiimmmm’.

No, no sirve de consuelo.

Tendremos este martes un juego difícil, muy difícil. El equipo todavía está afectado por la lesión de Neymar.

Dice Messi ante al futuro inmediato: Estamos frente a algo muy grande. Me imagino que se refiere a conquistar la Copa. Pues nosotros, los brasileños, estamos igualmente ante algo muy grande. Y me refiero al tamaño de los defensas alemanes.

Martes, martes. En 2002 Brasil y Alemania disputaron el título. En 1978 fue la oportunidad de Argentina y Holanda de enfrentarse en la decisión. Es como repetir dos finales de antes en las semifinales de ahora.

Brasil ganó en 2002. Argentina en 1978. Holanda jamás ha conquistado un Mundial, pero es el país que más veces llegó a la final. Ha sido finalista en 1974, 1978, 1998 y 2010.

América Latina, por su lado, tiene dos selecciones en semifinales por primera vez en 44 años.

¿Qué quiere decir todo eso? Ni idea.

Ayer Sao Paulo tuvo el día más caliente del invierno desde 2006. Mientras, en Río Grande do Sul, extremo sur del país, la previsión de tiempo advierte más temporales.

Se supo ayer, gracias a un estudio, que el interés de estadunidenses por los shopping centers, que llaman mall, decayó abruptamente en los recientes siete años.

Aquí en Brasil, el gobierno anuncia que pronto divulgará los detalles de un paquete económico destinado a incentivar la industria, mientras China asegura que quiere tener más presencia de sus industrias en el mercado brasileño.

Mi buen amigo Filippelli acaba de aparecer con una botella de champán. Dice que es para brindar por la valentía de los de Costa Rica.

Sigue el Mundial, sigue la vida. El problema está en un cierto martes y una cierta Alemania. No me pregunto todavía por qué no nací en Costa Rica. Sigo prefiriendo ser un ciudadano de la muy noble y honorable ciudad de San Sebastián de Río de Janeiro.

Martes: tendremos por delante a los alemanes. Y vamos sin Neymar y sin Thiago Silva. Esa ausencia será nuestra arma secreta. Los metódicos alemanes se prepararon para enfrentar y neutralizar a los dos. Sin ellos en la cancha, ¿qué harán?

Pero el verdadero problema es otro: sin ellos en la cancha, ¿qué haremos nosotros?