Sociedad y Justicia
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David Fernández Dávalos asume el cargo

No queremos reproducir lo existente, expresa nuevo rector de la Ibero
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David Fernández Dávalos (derecha) asumió ayer la rectoría del campus ciudad de México de la Universidad Iberoamericana. Valentín Díez Morodo, presidente de la Asamblea de los Asociados de esa casa de estudios, encabezó el actoFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Martes 1º de julio de 2014, p. 45

Al tomar posesión como nuevo rector de la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México (Uia) para el periodo 2014-2018, David Fernández Dávalos puntualizó que las instituciones de educación superior, están obligadas a intentar corregir universitariamente los efectos de las escandalosas diferencias sociales, económicas o de género, so pena de que su esfuerzo educativo se traicione a sí mismo, perpetuando la fatal jerarquía social y fallando en la búsqueda del bien más universal.

Según lo anterior, dijo, el mayor reto para la Uia durante su rectorado, será “desvelar, aprehender y transformar la realidad de los sectores excluidos, quienes experimentan con mayor hondura, radicalidad, honestidad y transparencia la realidad periférica y subdesarrollada, la realidad real.

Anoche, en una ceremonia efectuada en esa casa de estudios, Hernández Dávalos, quien fue director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (1994-98), y ganador del premio Human Rights Watch (1996), tomó posesión como nuevo rector de la Ibero en sustitución de José Morales Orozco, quien dirigió la institución académica por una década.

Toda educación es pública

En su discurso, el nuevo directivo sostuvo que la educación es una necesidad social y democrática y no un proyecto meramente familiar, por lo que aseguró que toda la instrucción, incluyendo la de la Uia, es pública.

Subrayó que, si bien la rentabilidad económica del aprendizaje y la formación laboral que trasmite no son desdeñables, la educación no puede limitarse a preparar empleados sino ante todo ciudadanos, personas plenas y conscientemente humanas.

Añadió que educar es cultivar la humanidad, no sólo preparar para el triunfo en el mercado laboral, “esa es la verdadera rentabilidad democrática de la formación educativa.

Pretendemos ser no únicamente una universidad profesionalizante que se mueve en el feroz mercado de los títulos y las certificaciones; no queremos dedicarnos a la reproducción de lo existente, ni alejar los intereses del alumno de los públicos, o convertir el título y la profesión en una inversión que hay que recuperar como se recuperan las inversiones mercantiles.

Fernández Dávalos citó al jesuita Javier Gorostiaga al señalar que no tiene sentido producir profesionales exitosos en sociedades fracasadas.

El rector de la Ibero presentó algunas de las líneas de trabajo que impulsará desde su cargo, co­mo la continua mejora del nivel académico; la acreditación internacional y la pertinencia social de las funciones sustantivas de la institución; el respeto a la planeación estratégica para el año 2020, acompañadas por el diseño de una estrategia que defina las metas para 2030; la ampliación del pe­so cuantitativo y cualitativo del posgrado; el fortalecimiento de la in­vestigación, sobre todo orientada a la incidencia social, y el favorecimiento de la internacionalización de la casa de estudios.