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La Jornada en Brasil 2014
Balance de La Jornada

Gracias, tiki taka

F

ue bueno mientras duró, podría decirse del reinado del tiki taka que ayer llegó a su fin.

Murió ese estilo de juego, pero para bien del futbol esperemos que se mantenga esa fórmula que llevó a España a ganar un título mundial y dos copas de Europa: la forma importa igual que el fondo.

España llevó el balompié a niveles elevados –por momentos dio clases a los propios creadores del jogo bonito, al jugar sin centrodelantero, por ejemplo– y los aficionados pudimos observar el gusto por el futbol ofensivo, de que importa más atacar que defender con lo que liquidaron lo que quedaba del catenaccio y de que los una vez llamados locos bajitos imponían la técnica más que la fortaleza física.

Con el Barcelona como máximo exponente, ya se veía que la mina empezaba a agotarse a pesar de que cuenta con Lionel Messi, pero ayer el equipo de Vicente del Bosque ni fue tiki taka ni furia ni nada.

Y además de agradecer todo lo observado, para bien del balompié ese ejemplo debe persistir para ver pinceladas de arte sobre la cancha y aficionados gustosos en las gradas.

Por otra parte, después del triunfalismo desmedido por el 0-0 ante Brasil –¿cuando se había festejado un empate en el Ángel?–, Croacia y su uniforme de mantel harán la vida de cuadritos al Tri.

Al equipo del Piojo Herrera le bastará el empate para clasificar, pero la goleada de los balcánicos llega en momento oportuno para que los elevados a héroes nacionales pongan los pies en la tierra.

Guillermo Ochoa es un caso especial. Cuando estaba en fuerzas inferiores del América, equipos de otras categorías lo pedían prestado a su escuadra cuando tenían partidos importantes. Y Memo respondía a esa confianza.

Antes de su presentación en primera, fue entrevistado por muchos medios de comunicación. Se le preguntó qué sentía de que ni siquiera había debutado y ya salía en todas partes. Es parte del futbol, pero créeme que no pierdo la cabeza, dijo entonces.

Por su bien y por el del Tri, esperemos que siga igual después de todo el circo mediático, comercial y político creado a su alrededor.