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La milicia sunita, anonadada de sus triunfos territoriales

El Isil atribuye sus victorias a la intervención divina

El vocero llama a no ser arrogantes y comportarse con modestia

The Independent
Periódico La Jornada
Viernes 13 de junio de 2014, p. 32

Bagdad, 12 de junio.

El Estado Islámico de Irak y Levante (conocido como Isil) está sorprendido de sus espectaculares victorias de esta semana, y promete continuar su avance hacia Bagdad y las ciudades sagradas chiítas de Kerbala y Najaf. Su vocero afirma que amigos y aliados por igual están anonadados por los triunfos del grupo, que los militantes atribuyen a la intervención divina.

El vocero hace un llamado a los milicianos del Isil, que han capturado Mosul, Tikrit y otras ciudades, a no ser arrogantes y comportarse con modestia. Les advierto sobre no caer presas de vanidades y egos, señaló el vocero del Isil, Abu Mohammed Adnani. No permitan que sus egos caigan presas de las recientes ganancias militares como son los vehículos Humvees, helicópteros, rifles y otro equipo militar que hayan capturado.

Este discurso es interesante y significativo porque representa una primera visión de cómo el Isil percibe sus espectaculares ganancias territoriales así como sus intenciones para el futuro inmediato. De manera ominosa, el Isil ha manifestado su odio por los chiítas, que constituyen 60 por ciento de la población iraquí. Los ha calificado de apóstatas con quienes no es posible llegar a compromiso alguno al declarar: el Señor es quien ha subyugado a los chiítas. Alabado sea el Señor que llena de terror sus corazones.

No dejen respirar al enemigo

Las proclamas sectarias contra los chiítas son importantes pues implican que Irak se precipita hacia una renovada guerra entre sunitas y chiítas. El Isil ya manifestó la postura que exige a sus seguidores en cuanto a sus presentes avances: no concedan el territorio ganado a los chiítas, a menos que ellos estén dispuestos a caminar sobre sus cadáveres para recuperarlo. Marchen hacia Bagdad, no dejen respirar al enemigo.

Esto seguramente instigará una reacción de los chiítas, quienes de pronto se ven en la lucha para conservar el dominio que lograron en Irak tras la invasión de 2003 encabezada por los estadunidenses y que puso fin no sólo al gobierno de Saddam Hussein, sino a los siglos en que la minoría sunita tuvo el poder en el país.

Dado que el ejército regular le ha fallado a los chiítas, éstos recurrirán a movilizar sus milicias para contener el avance del Isil. Podrían volver las matanzas sectarias en las que murieron decenas de miles de chiítas y sunitas, sobre todo en Bagdad y sus alrededores, entre 2006 y 2007.

Adnani ha manifestado su desprecio por el bufón de los chiítas. Nuri (Maliki): mira lo que has hecho por tu gente, ¡tonto! ¡Nunca fuiste más que un comerciante de ropa interior..! Tu pueblo ha sido el rey supremo de Irak pero hiciste que perdieran esa oportunidad. Hasta los chiítas te maldecirán ahora.

Este análisis, si bien es puramente retórico, probablemente está en lo cierto en el sentido de que muchos chiítas culparán al liderazgo del primer ministro Maliki del desastre que les espera.

En contraste, con todo y las amenazas sedientas de sangre del Isil contra los chiítas, Adnani ha llamado a sus combatientes a la moderación, incluso con aquellos que alguna vez pelearon del lado del gobierno. Acepten el arrepentimiento y retractaciones de los más sinceros. No molesten a quienes no los molesten y perdonen al pueblo sunita; sean gentiles con sus tribus, instó.

En general, existe la sensación de que el Isil no esperaba una victoria tan rápida, sobre todo si recordamos que hasta hace poco se sometió al grupo, como recordó Adnani, a encarcelamiento, tortura y redadas militares. Los hogares de los combatientes del grupo fueron ocupados y sus familias tuvieron que huir y refugiarse en montañas, búnkers subterráneos, valles y en el desierto.

La huida de 30 mil soldados y policías iraquíes de Mosul ante el ingreso a la ciudad de unos mil 300 milicianos parece haber tomado al Isil por sorpresa, al igual que al resto del mundo.

Una y otra vez, el portavoz escupe odio sectario contra los chiítas y esto es lo que parece más alarmante. Los chiítas son un pueblo en desgracia, afirmó, al acusar a la comunidad de ser politeístas que veneran a los muertos y a las piedras.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca