La reforma energética permitirá superar los retos de la industria petrolera en materia de tecnología e inversión, con nuevos participantes en un mercado abierto, para alcanzar una inyección de recursos superior a 60 mil millones de dólares anuales.

Al mismo tiempo, la reforma apunta a fortalecer la competitividad de Pemex al incluir también una reforma de su gobierno corporativo, de su régimen fiscal, de sus mecanismos de control interno, de su sistema de compensaciones y salarios y de su esquema de adquisiciones.

Así lo señaló el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, al participar en la novena edición del Congreso Mexicano del Petróleo, en Acapulco, Guerrero.

La reforma constitucional promovida por el presidente Enrique Peña Nieto, precisó, responde a las nuevas circunstancias y retos de la industria a nivel global. Pemex habrá de transformarse y ser competitiva, como empresa productiva del Estado.

Pemex se encuentra en el umbral de una nueva etapa en su historia y uno de los factores claves es el talento y profesionalismo de su personal técnico, que conforma la columna vertebral de la industria, y que nos han permitido enfrentar los diversos retos que se han presentado a lo largo de 76 años, puntualizó.

El Congreso fue inaugurado por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, quien manifestó que el nuevo modelo energético que impulsa el gobierno de la República es integral y cubre todos los rubros de la industria, en beneficio de la sociedad en su conjunto. Indicó que México está en el inicio de la mayor transformación que haya experimentado la industria nacional desde hace más de 70 años.