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La agrupación cerrará mañana la Feria de las Culturas en el Zócalo capitalino

Lluvia de Palos trae sonidos orgánicos de otro tiempo

En el escenario logran una contradicción interesante: con sonajas, teponaztles y huéhuetls hacemos música de nuestro tiempo, explica en entrevista José Navarro, percusionista

También manejan una postura política: no tocar la música del mercado común en el mundo

 
Periódico La Jornada
Sábado 31 de mayo de 2014, p. 7

Para el grupo Lluvia de Palos, su música no es sólo tocar instrumentos percutivos y de aliento precolombinos (olmecas y mexicas) sino, a decir del compositor y percusionista José Navarro Noriega, con esos instrumentos y elementos hacemos música contemporánea, de nuestro tiempo, pero con sonidos provenientes del teponaztle, el huéhuetl, los raspadores, las sonajas, tambores, caparazones, piedras y agua. Es una contradicción interesante. Entonces tenemos puros sonidos orgánicos, para utilizarlos y hacer música contemporánea.

Además del entrevistado, la alineación se complementa con Miguel Costero, Manuel Andrade y Samir Pascual, quienes darán una muestra de la música de Lluvia de Palos mañana domingo, a las 18 horas, en el Zócalo capitalino como parte del cierre de la Feria de las Culturas.

Para continuar con su respuesta, Navarro Noriega extiende: Otro de los temas interesantes en el grupo es que tenemos una vertiente donde hacemos cosas de mucha presencia física, de movimiento; es decir, no sólo estamos estáticos tocando frente a los instrumentos, sino que incluimos el asunto físico/escénico que nos parece que va totalmente integrado con los instrumentos y la música, con nuestra propuesta.

Atacar con ruido

Sobre el recital que ofrecerán mencionó: “Nuestros conciertos siempre son monotemáticos, pero en esta ocasión sólo será un concierto. Vamos a presentar algunas de las piezas de nuestro disco más reciente, Tlaltekuinilistli, la cual es una palabra interesante porque, literalmente, en náhuatl se usa para designar a un grupo de gente que golpea el suelo con los pies simultáneamente, como haciendo un estruendo. Pero tiene varias lecturas, una es atacar con ruido y otra es incitar a la sublevación, al levantamiento, esos son los significados más reales que tiene la palabra, como la utilizamos.

“Además, será la primera vez que vamos a tocar tan cerca del Templo Mayor, lo cual es muy importante para nosotros.

Navarro Noriega continua con la definición de su quehacer sonoro: Tenemos dos tipos de vertientes en nuestra música: una con rítmicas muy intensas, muy poderosas, y otras más femeninas, más suaves, más sinuosas, más indirectas, más atmosféricas. Seguramente en este concierto del Zócalo haremos la vertiente más masculina, con las canciones más potentes, porque eso pide la ocasión, por ser una plaza pública.

Foto
Para el grupo, la improvisación es básica como proceso de construcción, de composición, explicó el percusionista José Navarro Noriega (en la imagen) en entrevista con La Jornada Foto Fabrizio León Diez

Sobre el significado de la improvisación en Lluvia de Palos, el entrevistado dijo que: “Es básica, pero como parte de la construcción de la música; es decir, el proceso de construcción de la música no es llegar con la pieza, sino proponer ideas y estructuras claras, trabajarlas, modificarlas, probarlas durante un largo proceso. El proceso es muy importante, ahí trabajamos la improvisación. En la música improvisar no es lo mismo en el jazz, donde estás protegido por un marco rítmico-armónico; por ejemplo, en la improvisación libre del free jazz no hay sustento, haces lo que surge en el momento; en nuestro caso utilizamos la improvisación como proceso de construcción, de composición”.

Rescate de la tradición musical

Sobre la importancia de su trabajo en el rescate/preservación/conservación de la música prehispánica, el entrevistado considera que es traer sonidos de otro tiempo al nuestro. Porque en otras tradiciones musicales se siguen tocando los mismos instrumentos; incluso parte del repertorio es de hace cientos de años y aquí en México no tenemos esa opción, sino que lo interesante es que con sonidos de otro tiempo hacemos música nueva; esa es una de las partes importantes del grupo.

Además, en este proceso creativo otra de las cosas importantes es que no es sólo un asunto sonoro-musical, sino que trabajamos la parte conceptual, estudiamos el náhuatl y trabajamos a partir de los elementos que la lengua misma nos da o la cercanía de conocer algunas músicas indígenas actuales. También existe una situación política de no tocar la música del mercado común en el mundo, como pasa con el rock y el jazz, incluso la música de concierto.

Para Narro Noriega, otro de los elementos inplícitos en Lluvia de Palos es que es una resistencia cultural, el título del disco está relacionado con movimientos, temas políticos, de cómo no aceptar imposiciones culturales y musicales.