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Exhibe alrededor de 300 objetos del músico británico en el Martin Gropius Bau

Berlín dedica muestra a David Bowie, su artista excepcional

Es un recorrido multimedia por la trayectoria de casi medio siglo del ícono del pop

Incluye alrededor de 60 trajes que ha usado en sus conciertos, así como fotografías y portadas de sus discos

Una de las salas está destinada a la época en que vivió en la capital alemana

Foto
David Bowie con William Burroughs en febrero de 1974. Copyright: Victoria and Albert Museum
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de mayo de 2014, p. a13

Berlín, 27 de mayo.

La exposición David Bowie abrió sus puertas al público el pasado 20 de mayo con un recorrido por la trayectoria musical de casi medio siglo del ícono del pop y maestro del camuflaje.

La muestra, montada en el museo Martin Gropius Bau de Berlín, ofrece al visitante una experiencia sensorial multimedia que es a la vez un testimonio del genio y versatilidad del artista, aclamado en la capital alemana como excepcional, que ha dejado una poderosa influencia en una serie de ramas creativas: rock, teatro, cine, diseño, moda, poesía y hasta la filosofía.

Proveniente del Victoria and Albert Museum de Londres, donde rompió un récord de visitantes y después de dos estaciones en Toronto y Sao Paulo, la muestra comprende 300 objetos, seleccionados por los curadores británicos Victoria Broackes y Geoffrey Marsh, quienes tuvieron acceso por primera vez al archivo privado de Bowie, que ha sido un minucioso coleccionista de su propia trayectoria, a decir por su archivo que posee unos 65 mil objetos.

Reflexión sobre la muerte

El camaleón andrógino británico reapareció el año pasado con un nuevo álbum, The next day, después de una década de silencio creativo, tras un ataque cardiaco en 2003. Sorprendió a la industria musical con su single Where are we now?, publicado el día de su cumpleaños, después de dos años de grabaciones en secreto. En él que hace una melancólica reflexión sobre la muerte y sobre su deambular en Berlín, donde vivió 18 meses entre 1976 y 1978, época a la que da especial énfasis la muestra.

El visitante es recibido por el extravagante Tokio Pop Bodysuit, diseñado por Kansai Yamamoto en 1973, para su gira Aladdin Sane, en la que Bowie promovió el álbum del mismo título, considerado uno de los mejores de su carrera. Unos 60 trajes originales usados por el artista durante sus más de mil conciertos son el deleite de sus aficionados, como el traje con el que grabó Ashes to ashes, en los años 80 o con el que encarnó a su alter ego, Ziggy Stardust.

Las fotografías del pequeño David Robert Jones, nacido en Londres en 1945, cuando la ciudad estaba todavía devastada por la Segunda Guerra Mundial, contrastan con las imágenes de los que posteriormente influirían sobre su estilo y su carrera: Elvis Presley, Lonnie Donegan, Eartha Kith y Bill Haley, así como fotografías con su primer banda de rock, Kon-rads, a los 15 años. Estuvo a punto de convertirse en monje tibetano después de un retiro en el monaterio Samye Ling de Escocia. Pero fue la influencia del mimo y bailarín británico Lindsay Kemp lo que marcó el cambio en la vida de David Jones, así como su lenguaje corporal, poco antes de adoptar el seudónimo de David Bowie para no ser confundido con Davy Jones, cantante de los Monkeys.

La muestra exhibe textos manuscritos, trajes originales, cubiertas de discos, fotografías, películas y videos musicales, escenarios e instrumentos utilizados por el músico, arreglista y actor, declarado bisexual. El recorrido es sobre todo musical.

Se escuchan las memorables canciones con las que Bowie marcó la década de los años 70, como su primer éxito Space Oddity, compuesto en 1972 e inspirado en el arribo a la Luna, que alcanzó en 1975 el primer puesto en los charts británicos. Desde entonces adoptó esa imagen andrógina, con la que le gustaba provocar a la sociedad británica de la época, inspirado en la película Naranja mecánica, de Stanley Kubrick.

La muestra berlinesa dedica una sala con 60 objetos que aluden a la época en la que Bowie vivió en Berlín, cuando llegó a la ciudad, entonces dividida por el muro, buscando calma y anonimato. Quien fue entonces su ingeniero de sonido, Eduard Meyer, acudió a la inauguración y recordó al pálido y delgado Thin White Duke (el duque blanco y delgado). Era un Junkie, se le veía mal, estaba en el suelo, dijo.

En Los Ángeles, la peor etapa de su vida

Bowie llegó proveniente de Los Ángeles, donde él mismo afirma que pasó la peor época de su vida, una fase marcada por un continuo consumo de cocaína. En dicha ciudad compuso Station to station, su octavo álbum, considerado uno de sus trabajos más importantes y una transición después de Young Americans.

Meyer recuerda el estilo de trabajo de Bowie: Trabajar con él siempre era relajado, algo totalmente distinto a lo que eran las producciones alemanas que llegaban a los estudios con conceptos terminados. No se permitían ser juguetones como David, que trabajaba de manera intuitiva y muy rápido. De la nada sacaba una canción, no sabíamos exactamente como lo había hecho, era un creador mágico, afirma.

Fascinado por el expresionismo alemán y la vida nocturna berlinesa, en la que los clubes abrían en la madrugada, Bowie se olvidó inicialmente de la música, recorría los museos y retomó la pintura, y a través de ella encontró nuevamente la inspiración musical. En Berlín compuso su trilogía Low, Héroes y Lodger, que el roquero definió como su ADN musical y cuyas cubiertas figuran en la exposición.

La muestra, que cerrará el 10 de agosto próximo, estará acompañada de recorridos por los lugares frecuentados por el infatigable creador. Desde los estudios de grabación berlineses Hansa Studio, hasta su departamento en la calle Hauptstrasse 155.