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A Lupita le gustaba planchar es el nuevo libro de la escritora, publicado por Suma de Letras

Recuperar la salida es posible con la acción popular: Laura Esquivel

Esa novela es también la voz de todo un pueblo, expresa a La Jornada

Crear al personaje fue armar un espejo en el que podemos mirar la parte dolorosa de una sociedad, explica

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Laura Esquivel, en las instalaciones del sello Suma de Letras, durante la presentación a la prensa de su novela más reciente, A Lupita le gustaba planchar, que el 4 de junio se dará a conocer al públicoFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de mayo de 2014, p. 3

Una novela negra protagonizada por una mujer policía alcohólica, violentada, discriminada y excluida, que es la principal testigo del asesinato de un delegado en Iztapalapa, A Lupita le gustaba planchar es también la voz de todo un pueblo, afirma en entrevista la escritora Laura Esquivel (DF, 1950).

La inseguridad, la corrupción, el narcotráfico, el dinero y el poder son ingredientes en el dibujo de una sociedad donde la injusticia y el desamparo son lo cotidiano.

A través de Lupita se manifiesta el espíritu de un pueblo que está buscando la salida. Y ahí interviene la visión del autor: no es necesariamente a través de la política. Es a través de la gente organizada como se va a ir recuperando esta salida. Y es posible, expone la escritora sobre su libro recién publicado por Suma de Letras.

Crear a este personaje, a Lupita, fue armar un espejo en el que podemos mirar la parte dolorosa de una sociedad con graves problemas emocionales, económicos y políticos, expresa la autora.

Hay un asesinato y una investigación. Pero la historia es más sobre ella y cómo cambia, para que cambie todo lo demás.

Por eso, Laura Esquivel comenta que es un reclamo no sólo individual, sino la búsqueda de una salida, de una recuperación, no sólo de una mujer alcohólica, también como un ser humano que vive en este tiempo y en este planeta, donde existe una crisis porque hay un sistema económico que gobierna y pone las reglas del mundo.

Mujer policía antihéroe

En otro momento, durante la conferencia ante la prensa, Laura Esquivel, autora de Como agua para chocolate, juega a dibujar con su dedo el tapizado del sofá. Su platinado cabello, a juego con el abrigador suéter gris, brinda una imagen que contrasta con la de sus botas mineras.

A un costado, sobre el suelo, la melena pelirroja de medusa mediática aguarda en la mujer del cartón que reproduce en gran formato la portada del libro.

En el auditorio de las oficinas de la editorial se describe: Lupita no tiene nada que ver con las protagonistas de las novelas. No es flaca, ni rica, ni exitosa, ni rubia. Lupita es un personaje lleno de contradicciones y defectos.

Un personaje antihéroe. Una policía que ante la impresión de ver caer asesinado a su jefe, el delegado, es sorprendida por la tibia orina que desciende por su pantalón. Ante la incredulidad y el terror, también tiene que enfrentar su constante autocompasión y los recuerdos. Mientras, a Lupita le gusta planchar, no dejar arruga alguna; a Lupita le gusta lavar, restregar sobre la piedra gris en medio de la vecindad donde vive.

Es una novela que devela varias capas, hizo notar Laura Lara, directora de Suma de Letras. Se trata de un thriller donde ha ocurrido el asesinato de un delegado en la ciudad de México. Luego, es una crítica feroz a las políticas sociales del mundo y en nuestro país. Tercero, hay una serie de subtextos sobre el pasado prehispánico. Cuarto, el personaje protagonista es antihéroe, lejano del canon de éxito planteado por las televisoras. Y, finalmente, aparece una constante en la obra de la autora: la búsqueda del amor.

La novela la comenzó a escribir Laura Esquivel desde hace más de 10 años, pero se quedó guardada en el cajón.

Primero, porque se le atravesó Malinche, novela publicada en 2006. Y más tarde por su incursión en la actividad política. Tras las elecciones en ese año se integró al comité de intelectuales convocado por Andrés Manuel López Obrador, también se lanzó en campaña por una candidatura a diputada, que no ganó y, más tarde, encabezó la Dirección de Cultura en la delegacional Coyoacán.

Al final, considera, fue positivo dejar esperar la escritura de A Lupita le gustaba planchar, porque así conoció desde dentro este escenario de la política. Durante su actividad como funcionaria recuerda: Yo tomaba nota de los pensamientos colectivos, qué debemos erradicar para lograr el cambio. A mí me dolía mucho ver las miradas de indignación y desesperanza. Su propuesta de gestión cultural se basó en recordarle a las personas a través del arte que tienen una capacidad transformadora y creadora enorme, que no vivimos en un mundo que alguien más diseñó y que tenemos que acatar las órdenes.

La mejor revolución

Y parte del mensaje que lanza Laura Esquivel es que no hemos sido capaces de cambiar internamente. Y, esa es la mejor revolución. Tú ya no permites y si tu historia personal cambia, también la nacional, la de todos. Porque cuando un oprimido deja de serlo, el papel del opresor sale sobrando.

Una banda musical de policías, colegas de la protagonista de la novela, será parte de la presentación de A Lupita le gustaba planchar el miércoles 4 del próximo junio, a las 19 horas, en el auditorio BlackBerry, ubicado en avenida Insurgentes Sur 453, esquina con Tlaxcala, colonia Condesa.

El conjunto orquestal, junto a la banda Los Segregados, darán la nota musical tras la presentación por la autora Laura Esquivel y una lectura dramatizada de la actriz Regina Orozco.