Opinión
Ver día anteriorLunes 19 de mayo de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
EU: freno del Partido Republicano
H

ace cinco años, y en cumplimiento de sus promesas de campaña, el presidente Barack Obama presentó una serie de ambiciosas medidas para reducir las emisiones de bióxido de carbono. Sin embargo, la mayoría de esas medidas las frenaron los integrantes del Partido Republicano, fieles servidores de las gran industria y de las compañías trasnacionales petroleras. Alegaron lo inoportuno de obligar a cambios tecnológicos en pro del ambiente en medio de una grave crisis económica, elevado desempleo, más familias en la pobreza, la demanda de productos a la baja y negocios de todo tipo en quiebra.

Hace un año, ya en su segundo mandato, una enorme protesta ciudadana le recordó al presidente sus promesas iniciales y las nuevas y el poder que tenía de encabezar un gran esfuerzo transformador por medio de la revolución de la energía limpia vía la eliminación gradual de los combustibles fósiles. Remataron con una advertencia: Presidente Obama: todo lo bueno que ha hecho será barrido por inundaciones, incendios y supertormentas si no actúa ahora.

El presidente definió el cambio climático como prioridad al asumir nuevamente la presidencia y prometió ante el Congreso actuar en nombre de nuestros hijos y de nuestro futuro para atacar ese fenómeno y prevenir sus efectos. En cumplimiento de ello puso en marcha ambiciosos proyectos para reducir la emisión de gases contaminantes y la paulatina reconversión de la industria estadunidense hacia las energías alternativas. La semana pasada refrendó su compromiso de impulsar la energía solar y la eficiencia energética al hacerla realidad en los edificios federales y hasta en la Casa Blanca. Alienta además un acuerdo con otras tres grandes naciones contaminantes, China, India y Brasil, a fin de que asuman metas similares a las de Estados Unidos. Y, en clara referencia a quienes se oponen al cambio energético, dijo que “hay que preocuparse menos en los intereses particulares de los lobbys y ocuparnos más de los intereses de la posteridad”.

Aunque sus principales propuestas no requieren aprobación parlamentaria, hay una dura oposición política, económica y legal de quienes se ven afectados por ellas. La encabezan nuevamente los legisladores republicanos, que ya bloquearon a Obama varias iniciativas y amenazan siempre con invalidar otras en los tribunales de justicia.

En medio de esa lucha de poderes, la Casa Blanca acaba de divulgar un detallado informe en el que se muestra cómo el cambio climático es una realidad para los 320 millones de estadunidenses. Lo presentó John Holdren, asesor de Obama para ciencia y tecnología, y en él trabajaron durante cuatro años reconocidos especialistas. El informe demuestra que la gran potencia tiene ante sí un futuro recalentado con temperaturas al alza en el pasado reciente y que serán todavía más elevadas las próximas décadas. Como fruto, el último siglo el aumento de la temperatura ocasionó olas de calor más frecuentes, incendios y lluvias torrenciales devastadoras y menos agua en regiones donde ya es escasa. El origen de estas variaciones climáticas reside en un aumento de la temperatura causada por los gases de efecto invernadero que ya están en la atmósfera. De no variar de modelo energético y el comportamiento humano derrochador, los científicos preveen que hacia el final de este siglo las temperaturas podrían subir 2.75 grados más, si el país aplica planes estrictos para reducir las emisiones de dióxido de carbono. Y de hasta 5.5 grados si éstas continúan aumentando rápidamente.

En el informe se confirman las predicciones de instituciones y especialistas de que el avance tierra adentro del mar inundará zonas habitadas, complejos portuarios e industriales y la infraestructura urbana y de comunicación, entre otros. Que habrá huracanes más destructivos, sequías, olas de calor y lluvias torrenciales, escasez de agua en amplias regiones. Lo que no se dice, pero es fácil adivinar, es que todo esto tendrá efectos muy negativos en México. Y que nuestro país no está preparado para enfrentarlos. Es hora de hacerlo, si no queremos que a los problemas que ya nos causa el cambio climático se agreguen los del vecino.