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Queremos casas nivel FIFA, gritaban integrantes del Movimiento de los Trabajadores sin Techo

Protestas, bloqueos y manifestaciones en Brasil, a 28 días del Mundial

El gobierno del país también enfrenta huelgas y saqueos

La policía estima más de 10 mil movilizados en varias ciudades

Extraña al ex presidente Lula la virulencia contra el torneo

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Protestas de brasileños afuera del estadio Itaquerao, en Sao Paulo, por lo que consideran gastos excesivos para la realización de la Copa del Mundo. La construcción del inmueble tuvo un costo de 450 millones de dólaresFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 16 de mayo de 2014, p. a13

Sao Paulo, 15 de mayo.

Unos 4 mil sindicalistas e integrantes de los Sin Techo tomaron hoy las calles de Sao Paulo en al menos nueve puntos de la localidad, donde el tránsito fue bloqueado con barricadas y actos de protesta e incendiaron llantas, cuando faltan 28 días para que la ciudad reciba el partido inaugural del Mundial de Brasil 2014.

En Río de Janeiro y otras ciudades del país también miles de personas salieron a las calles en demanda de derechos sociales y de libertad de manifestación. La policía calculó que protestaron unas 10 mil en total.

En Brasilia integrantes del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) invadieron las oficinas de la empresa que construyó el estadio Mané Garrincha, el más caro del Mundial con un costo total de 900 millones de dólares. Los ocupantes fueron desalojados por la policía.

En Sao Paulo, uno de los lugares ocupados por manifestantes fue las inmediaciones del estadio sede del partido de apertura del Mundial, el Arena Corinthians, que costó 450 millones de dólares, donde militantes del MTST efectuaron un acto en el que criticaron los gastos que el país realiza para organizar la justa deportiva.

Parte de los Sin Techo que participaron en el acto pertenecen al grupo de más de 4 mil personas que desde hace dos semanas ocupan un terreno baldío localizado a unos cuatro kilómetros del estadio, en Copa del Pueblo.

Barras bravas protegen estadio

Para preservar el inmueble de eventuales actos de violencia, aficionados del Corinthians que integran las barras bravas acudieron también al lugar para proteger el estadio. No obstante, uno de los coordinadores del MTST, Guilherme Boulos, aseguró que el grupo no tiene intención de dañar el inmueble.

En otros puntos de la ciudad, sindicalistas vinculados con la central Fuerza Sindical también realizaron manifestaciones por mejoras salariales, entre otras demandas, con la consigna Hey, FIFA, ¡vuelve para Suiza!

Uno de los lugares ocupados por manifestantes fue la avenida Paulista, localizada en el centro financiero de la ciudad, cuyo bloqueo entorpeció el caótico tránsito de la ciudad. Otras protestas estaban convocadas para la tarde y noche, en su mayoría vinculadas a movimientos contrarios a la realización del Mundial.

Las manifestaciones se enmarcan en la llamada Jornada Internacional de Luchas contra la Copa y se prevén movilizaciones en ciudades como Buenos Aires, Santiago de Chile, Barcelona, Bogotá, París, Londres y Berlín.

El Comité Popular de la Copa, que coordina la Jornada Internacional, afirmó que la principal demanda es el respeto al derecho de libre manifestación, para que no se repita la violenta represión a las protestas que sacuden Brasil desde la Copa Confederaciones de junio del año pasado.

Los actos de hoy no tienen relación directa con las protestas antimundial convocadas a través de las redes sociales bajo la consigna No va a haber Copa.

La imagen de cientos de militantes gritando consignas contra el certamen en las puertas de un estadio es una pesadilla para la presidenta Dilma Rousseff, quien pretende utilizar el torneo para mostrar la nueva estatura de Brasil como potencia emergente.

Sin embargo, las manifestaciones y bloqueos de avenidas en Sao Paulo, Río de Janeiro y otras ciudades fueron un recordatorio de la frustración de muchos con los millonarios gastos para el Mundial, en un país que carece de educación, salud y transporte público de calidad.

¡Queremos casas nivel FIFA!, gritaban los integrantes del MTST entre columnas de humo negro cerca de la Arena Corinthians.

Policías levantan huelga

Por otra parte, el gobierno brasileño desplegó tropas para restablecer el orden en Recife, una de las 12 sedes del Mundial, donde una huelga de policías desató saqueos. Imágenes de televisión mostraban personas tratando de llevar una lavadora robada en una moto. Los uniformados reclamaban un aumento salarial de 50 por ciento.

Finalmente, los líderes del movimiento aceptaron una contrapropuesta del gobernador Lira Neto, quien ofreció un incremento de 14 por ciento, al que se sumaría un equivalente a 227 dólares mensuales para todos los agentes.

En Río de Janeiro, donde se disputará la final del Mundial el 13 de julio, profesores y guardias de seguridad de los bancos también están en huelga. La ciudad podría congestionarse si funcionarios ferroviarios cumplen su amenaza y paralizan el servicio por 48 horas esta semana.

También en Río, al menos 708 autobuses sufrieron desperfectos durante los tres días de paro convocados por los conductores para pedir aumento salarial.

En tanto, la policía militar de Río de Janeiro suspenderá sus operaciones en las favelas de la ciudad a partir de la semana próxima y mientras se desarrolla el Mundial, con el propósito de reducir enfrentamientos con narcotraficantes.

El diario Folha de Sao Paulo asegura que se trata de una tregua no declarada para minimizar la sensación de inseguridad en las calles de la ciudad, que es destacada con énfasis por la prensa internacional.

Por otra parte, fiscales brasileños amenazaron con detener la construcción del estadio en Sao Paulo por preocupaciones sobre la seguridad de los obreros, tres días antes de que el comité organizador local de la Copa realice una prueba oficial en la obra. La fiscalía dijo que halló irregularidades en el Itaquerao, donde se instalan casi 20 mil asientos temporales.

La compañía responsable descartó la posibilidad de que se paralicen los trabajos, de por sí atrasados. Agregó que las quejas de la fiscalía son por asuntos menores y que todos los problemas serían resueltos antes de finalizar el el día.

Los encargados admitieron que el techo del estadio no estará listo para el Mundial, pero afirmaron que no tendrá impacto en los aficionados o los partidos.

El ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien luchó para ganar la organización de la Copa, criticó la virulencia contra el torneo y afirmó que el país está preparado para recibirla.

Al aproximarse las elecciones presidenciales de octubre, los ataques se han tornado cada vez más sectarios e irracionales. Parece que ciertos grupos confían en que la Copa sea un fracaso, como si sus posibilidades en las urnas fueran a beneficiarse de eso.