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Clarín y La Nación dan trato obsceno a la información, señala

La justicia argentina investiga un decreto sobre Chevron, no a la presidenta, aclara funcionario
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 15 de mayo de 2014, p. 29

Buenos Aires, 14 de mayo.

El secretario general de la presidencia de Argentina, Óscar Parrilli, criticó duramente la utilización obscena de los periódicos opositores Clarín y La Nación sobre una supuesta denuncia contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para investigar su responsabilidad en la habilitación de un acuerdo entre la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y la empresa estadunidense Chevron para la explotación del yacimiento Vaca Muerta, en el sur del país.

Ambos medios y los canales de cable que tienen bajo su control difundieron con grandes titulares que la presidenta era investigada por este caso.

En realidad, ante una acusación, entre otra serie que la oposición ha lanzado como campaña contra los funcionarios, la justicia dispone investigaciones en este caso contra el decreto que facilitó ese acuerdo.

“Estamos ante una acción mediática de Clarín y La Nación, y distintos intereses que están atrás de ellos, con dos objetivos: ir en contra del desarrollo de Argentina para lograr el autoabastecimiento y una acción desmedida contra la presidenta, como nos tienen acostumbrados”, dijo Parrilli en declaraciones a la radio.

Consideró que se trataba de “una denuncia irresponsable de un señor, y una utilización obscena a la que nos tiene acostumbrado Clarín para atentar contra los intereses argentinos y desprestigiar a la presidenta”.

En realidad el fallo judicial no habla para nada de Chevron, sino de una denuncia del diputado por la ciudad (Alejandro) Bodart y de un supuesto ambientalista (Enrique Viale) en contra del decreto 929 de 2013, que reglamenta el régimen de promoción de inversiones hidrocarburíferas no convencionales.

Pero explicó que este decreto es “para inversiones mayores de mil millones de dólares que intentan venir a Argentina para explotar el shale gas y el oil gas. Y eso supone varios países, como México y otros, pero ellos lo relacionan con Chevron, y es la primera gran mentira”.