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No hizo nada en la dictadura y hoy se asusta: Estela de Carlotto

Cristina Fernández critica a la Iglesia que declara a Argentina enferma de violencia
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Manifestación celebrada ayer para recordar el 40 aniversario del asesinato del padre Carlos Mugica a manos de la Alianza Anticomunista Argentina, el 11 de mayo de 1974. El sacerdote de la Teología de la Liberación estaba dedicado a los pobres y marginados que habitaban en la Villa Miseria (ciudad perdida) 31, ubicada cerca de la estación de trenes de Retiro, hoy convertida en una de las zonas más ricas de Buenos AiresFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 12 de mayo de 2014, p. 26

Buenos Aires, 11 de mayo.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner respondió a un documento de la Conferencia Episcopal en el que se decía que Argentina estaba enferma de violencia, y para hacerlo citó un fragmento de la exhortación apostólica del papa Francisco en la cual advierte que en el mundo de hoy, con la velocidad de las comunicaciones y la selección interesada de contenidos que realizan los medios, el mensaje que anunciamos corre más que nunca el riesgo de aparecer mutilado y reducido a algunos de sus aspectos secundarios.

La mandataria dijo que se asombró ayer al ver la portada de los diarios: vi que alguien decía que hoy tenemos una Argentina violenta y me di cuenta de que querían reeditar viejos enfrentamientos.

Entonces mostró la edición de Evangelli Gaudium que le obsequió Jorge Mario Bergoglio hace dos meses, y señaló que esta es la exhortación del papa Francisco a los obispos y a los pueblos. Sería tan conveniente que algunos, en lugar de ir tanto a Roma a sacarse fotos con él, lo leyeran un poco, dijo ante una manifestación para recordar el 40 aniversario del asesinato del padre Carlos Mugica, a manos de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), el 11 de mayo de 1974.

Mugica, sacerdote de la Teología de la Liberación, estaba dedicado a los pobres y marginados y trabajaba en la Villa Miseria (ciudad perdida) 31, ubicada alrededor de la estación de trenes de Retiro, en una de las zonas hoy más ricas de la ciudad.

En coincidencia con esta fecha en que se recuerda el asesinato del padre Mugica, nacido en una familia adinerada, la cúpula de la Iglesia dio a conocer el pasado 9 de mayo el documento felices los que trabajan por la paz, en el que señala que Argentina está enferma de violencia, pero ciertamente no sólo es crítico hacia el Estado, sino también hacia políticos y medios de comunicación.

Constatamos con dolor y preocupación que Argentina está enferma de violencia. Algunos de los síntomas son evidentes, otros más sutiles, pero de una forma u otra todos nos sentimos afectados, señala el documento.

En otra parte se refiere a los miedos que provocan las diversas formas de violencia en la sociedad, al aumento de la agresividad en la delincuencia cada vez más feroz y despiadada. Pero también aclara que no se justifican las respuestas violentas y la justicia por mano propia, en referencia a los linchamientos contra algunos jóvenes, presuntamente ladrones, que fueron atacados en las calles, uno de los cuales murió a golpes, en una imagen terrible para toda la sociedad.

En cuanto a los medios de comunicación sostiene que no siempre informan con objetividad y respeto a la privacidad y el dolor, e incluso señalan a éstos y a políticos que promueven la violencia.

Fernández de Kirchner señaló ante esta situación, que fue en realidad aprovechada por los periódicos opositores, que hoy no tenemos una sociedad enfrentada en forma violenta, por suerte, y fue ovacionada por los miles de asistentes al acto en conmemoración de Mugica, considerado un santo del pueblo por los habitantes de la Villa 31.

Hablando desde un pequeño atril armado junto al monumento a Mugica, la presidenta hizo referencia a los tiempos de verdadera violencia en el país con golpes de Estado y distintas dictaduras. Lamentó que ningún medio se hubiera hecho eco del mensaje más profundo que contenía el texto: la exhortación de que el amor vence al odio, frase que suele verse en las chamarras de los militantes kirchneristas.

A su vez, Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, reclamó a la Iglesia por el silencio que mantuvo durante la pasada dictadura militar. No hablaron cuando la dictadura secuestraba a tantísima gente, ahora se asustan porque hay violencia.

Hubo reclamos políticos por el documento, la aclaración de algunos obispos sobre su contenido y de otros que señalan que el gobierno es responsable de mantener la paz. Sacerdotes de la opción por los pobres han mencionado el lenguaje violento de los medios y sectores opositores que incitan a la violencia y mienten para crear caos.