Liguilla emotiva, pero injusta
Sufren los cuatro grandes
espués de uno de los torneos más grises de los últimos años, finalmente los aficionados disfrutan en canchas mexicanas –ya no sólo en la televisión en competencias como la Champions–, pero la emocionante liguilla también premia la mediocridad que dominó durante larguísimas 17 fechas.
Más allá de maldiciones o fantasmas, en las que Luis Fernando Tena insiste en no creer, la Máquina quedó fuera ante un equipo que ya se daba a sí mismo como eliminado: el técnico Gustavo Matosas había reservado boleto de avión a Uruguay para esta semana de cuartos de final.
Sin embargo, el Rey León ya está en semifinales. A los directivos mexicanos, y por lo visto también a los jugadores y técnicos, no les importa todo un torneo, durante el cual pueden tirarse a la hamaca y aburrir sin piedad a los fanáticos futboleros. El chiste es llegar a la liguilla, embalarse en seis partidos y lograr al título.
Cruz Azul no perdió y León no triunfó, pero quedó eliminado el superlíder de las insufribles 17 fechas, el que había sido más regular durante la mayor parte de la competencia, el que se dio tiempo de ganar un título en la Concachampions y que suma la increíble cifra de un campeonato en 30 años en la liga local.
Y no ganaron en los dos partidos de la serie, pero avanzaron los esmeraldas por un tanto más anotado como visitantes. En el balompié nacional un golecito en cancha ajena importa más que 17 fechas y La Fiera es ahora candidato serio al título, y con ello al bicampeonato, con todo y su televisora incómoda que desafía al duopolio y que ya tiene mínimo una semifinal.
El que a hierro mató, a hierro murió. En la liga Cruz Azul fue eliminado sin perder, pero conquistó la Concachampions sin ganar, luego del empate sin goles en el Azul y el 1-1 en La Bombonera.
El León, con todo y el inestable Rafa Márquez, enfrentará a un Toluca que fue el otro equipo regular durante toda la campaña.
Los rojos quedaron segundos en la Concachampions y van por la revancha ante el campeón, que sin ningún rubor había despreciado la defensa de su corona por enfocarse en la Copa Libertadores, donde fue fácilmente echado por el Bolívar.
Lo más incierto del Toluca es su entrenador. De implacable goleador, José Cardozo pasó a ser un estratega al que le gusta buscar pretextos, sobre todo en el arbitraje, pero en su cruzada contra todo mundo arremete hasta con la prensa. Un técnico llorón
, lo definió el santista Juan Pablo Rodríguez.
Sin embargo, el trabajo de Cardozo se refleja en la cancha. Todo lo contrario de Antonio Mohamed, quien en unos cuantos meses destrozó la labor de Miguel Herrera: el América del Turco es un equipo que ni defiende ni crea ni ataca.
Mohamed hace recordar a Ramón Pelado Díaz en el club de Coapa. Seguiré aquí, pase lo que pase en la liguilla
, dijo el Turco, amparado tan sólo en un jugoso contrato que no reflejó ni un peso en el campo.
Lo más peligroso de estas Águilas son sus indisciplinas: Francisco Maza Rodríguez sigue respondiendo con señas obscenas ante su bajísimo nivel, lo que en otras condiciones pondría en duda su participación en Brasil, pero el Piojo confía ciegamente en su base americanista –el comportamiento fuera de la cancha no me importa
, dijo–, por lo que el Triame no garantiza más de tres partidos en el Mundial.
Los grandes del futbol mexicano andan en crisis. Cruz Azul, América y Pumas fueron fácilmente eliminados, mientras las Chivas sufren el tan anunciado pleito La Volpe-Vergara. Ya se sabía que estos personajes terminarían mal, pero fue más temprano de lo esperado –escasos 28 días– y por un motivo que nadie imaginó. El problema es que una trabajadora está en medio del que Ricardo Antonio definió como quilombo.
Ante la sorpresa general, Grupo Pachuca-Carlos Slim metió a su otro equipo a la antesala de la final.
Tuzos aprovechó la ausencia del capitán Darío Verón, con lo que la zaga Puma fue una auténtica caricatura de la que se aprovechó el líder goleador Enner Valencia con un triplete. Esta campaña Pachuca termina contrato con la televisora del Ajusco y para la siguiente podría seguir los pasos de su hermano León en Fox Sports, para entripado del duopolio y los federativos.
En ambos cuadros hay dos grandes dudas. De pronto, cuando era líder goleador, Martín Bravo sufrió una extraña lesión, nunca explicada, que lo alejó durante siete largas semanas. Y con los Tuzos, antes de que entraran milagrosamente a la liguilla al remontar un 0-3 a Querétaro en apenas 25 minutos, ya se hablaba de la salida de Enrique Meza y la llegada del no añorado Chepo de la Torre.
Además de dos semifinalistas, el grupo Pachuca-Slim tiene a Tecos en la final del ascenso, que disputará ante otro equipo tapatío, Universidad de Guadalajara.
