Tultitlán, Méx., 4 de mayo.

Marco Antonio Juárez Valdez, de 21 años de edad, fue sentenciado a 70 años de prisión por el homicidio de un perito de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), sin pruebas en su contra. Testigos del caso declararon desconocer al joven y se han demostrado irregularidades durante el proceso judicial, aseguraron familiares del acusado.

El 27 de marzo pasado, la defensa de Marco Antonio apeló de la sentencia emitida en los juzgados del penal de Otumba, por considerar que el joven fue víctima de irregularidades cometidas desde su aprehensión, el 15 de junio de 2011, cuando agentes de la PGJEM allanaron viviendas de la unidad habitacional La Isla y se llevaron a dos varones, uno de ellos Marco Antonio.

Fabricaron culpables, uno de ellos mi sobrino; él es inocente y durante los tres años que duró el proceso penal no hubo pruebas de las imputaciones que le hacen. Testigos de cargo dijeron ante distintos jueces no conocer a Marco Antonio y confesaron que fueron obligados a firmar declaraciones falsas, aseguró Carlos Valdez Monroy, tío del sentenciado.

Con extractos de la causa penal 18/2012, familiares documentaron la presunta inocencia de Marco Antonio, detenido cuando tenía 18 años de edad, acusado del homicidio de Luis Rafael Zavaleta Rivera, quien el 10 de mayo de ese año fue muerto a balazos en la avenida Recursos Hidráulicos ante su amigo (al parecer también perito) Ulises Rocha Alegre.

Según los documentos, Ulises Rocha confesó durante un careo en la audiencia de desahogo de pruebas del 21 de mayo de 2012 que lo obligaron a firmar una declaración falsa, con la amenaza de señalarlo como sospechoso del crimen. Nunca te había visto hasta el día de hoy; no sé quién eres, ya que no te conozco, declaró Ulises Rocha frente a Marco Antonio.

Agregó: El día exacto en que mataron a mi amigo Luis Rafael Zavaleta Rivera no lo recuerdo; además, no puedo afirmar que tú estabas el día que eso pasó, ya que, como lo he declarado, no puedo reconocer a quienes lo mataron.

La familia cuenta con copia del expediente, en el cual testigos de cargo aseguraron que el 10 de mayo Marco Antonio estaba en la colonia Guerrero con su abuela, Rosamaría Monroy Clemente, y su madre, Laura Valdez Monroy.

En enero anterior, Marco Antonio fue sentenciado a 70 años de prisión por homicidio, robo, cohecho y delincuencia organizada. Durante tres años, junto con 10 personas más, fue procesado por su presunta participación en una banda criminal.