Los Ángeles, 29 de abril.

Los Rieleros del Norte se suman a los llamados para detener las deportaciones y las redadas, en apoyo a millones de indocumentados en Estados Unidos.

Una de las agrupaciones de regional mexicano más reconocidas se unió a interpretar este tipo de temas con la canción Señor presidente, que pide concretar una reforma migratoria.

En el tema dirigido al presidente Barack Obama, Los Rieleros del Norte, que tienen 30 años de trayectoria artística, salen en defensa de millones de personas que viven con miedo en este país.

Será el sencillo de su nueva producción y en breve se dará a conocer en México y Estados Unidos; ya se prepara un videoclip.

A través del tiempo hemos visto que son millones los inmigrantes que viven en Estados Unidos, así que pensamos hacer esta canción, hacernos escuchar y que pueda tener repercusión, declaró Daniel Esquivel, líder del grupo.

El corte, escrito por Javier Rivera, señala a Obama: “Haciendo campaña prometió que los inmigrantes tenían prioridad, pasaron los días y pasan los años, señor presidente no nos quede mal.

“Que cesen las redadas y deportaciones, hay que ser justos, cada día hay más, los niños llorando le piden justicia, son americanos de padre ilegal.

Señor presidente, se les olvidó que de inmigrantes se hizo esta nación, haciendo ahora marchas todos de la mano, tan sólo pedimos legalización.

La letra agrega: “Y la ingratitud no se acaba ahí y el otro partido no lo quiere ver, limpiamos sus casas, cuidamos sus hijos, lavamos los platos, trabajos baratos.

Señor presidente, seguimos aquí, tenemos derechos en este país, pagamos impuestos como americanos, pero de las sombras queremos salir, se abunda.

En el puente musical Esquivel expresa: “Señor presidente, hay muchos políticos que son inhumanos, no se han dado cuenta que los ilegales estamos muy tristes por tantas redadas y deportaciones que dejan familias sin padres ni hermanos.

Señor presidente, le tenemos fe, parte del Congreso no está con usted, hagan lo que hagan, digan lo que digan, todos los problemas, señor presidente, los va a resolver, ¿por qué no?, ¡claro que sí!, finaliza.