Los restos de Enrique Plancarte Solís, ex líder de Los caballeros templarios, ya fueron reclamados por algunos de sus familiares, pero el cuerpo no será entregado hasta que la Procuraduría General de la República (PGR) concluya los estudios solicitados por el Ministerio Público Federal, revelaron funcionarios de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido).

En tanto, fue consignado ante un juez federal Manuel Gutiérez Mesinas o Samuel Díaz Benítez, El Mani, quien fue identificado como el encargado de obtener documentación apócrifa y realizar trámites personales de Enrique Plancarte. El detenido fue pieza clave para que el capo fuera localizado en el municipio de Colón, en el estado de Querétaro.

El cadáver de Plancarte Solís se encuentra en las instalaciones de la Coordinación General de Servicios Periciales, en la ciudad de México, y de acuerdo con los funcionarios consultados los restos siguen siendo objeto de análisis periciales que ha pedido la Seido para completar el expediente del caso.

Familiares del ex líder templario han acudido a las instalaciones de la PGR en la ciudad de México y solicitado que las autoridades les entreguen los restos. Las fuentes se negaron a mencionar la identidad de los peticionarios, pero indicaron que no se trata de ninguno de sus hijos.

Enrique Plancarte Solís fue ubicado por la Seido debido a los datos aportados por El Mani, y en un operativo con efectivos de la Secretaría de Marina abatieron al narcotraficante.

El Mani fue puesto a disposición de un juez federal junto con Ángel Hugo Sánchez Guerrero, El Chaparro, como presuntos responsables de los delitos de delincuencia organizada y contra la salud.

Los presuntos delincuentes fueron encrcelados en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 3, en Matamoros, Tamaulipas.

Por otra parte, la Procuraduría General de Justicia de Querétaro formalizó la entrega de la casa en la que se ocultaba Enrique Plancarte, tres días después de que se realizó el operativo en el que fue abatido. La vivienda había sido abandonada y, según indicaron funcionarios federales, estaba bajo la responsabilidad de las autoridades locales, por ello fue que ayer pusieron el inmueble a disposición de la Seido.