Hoy, en The Jazz Base, Fernando Toussaint se presentará con su trío Aguamala, en un concierto en el cual tocarán los temas del que será su nuevo disco, que llevará por título Trix, que se halla en acelerado proceso de producción. Queremos interpretarlo muchas veces antes de grabarlo, para ver la reacción de la gente y así seleccionar el repertorio, expresó en entrevista el músico.

En el hotel Beverly de la colonia Nápoles, Toussaint platicó animadísimo. Tiene ganas de darle al jazz fusionado con rock, y viceversa, para prender a la banda en el Base. Mientras sorbía un Bloody Mary, anunció que en noviembre de este año se realizará el Riviera Maya Jazz Festival, cuya sede será Playa del Carmen.

El programa está de lujo con 11 estrellas que brillan con luz propia, entre ellas Colin Hunter y Chick Corea & The Vigil. Todas las tocadas son de acceso libre, gratuito.

Añadió que los compositores de los temas de su nuevo cedé son sus dos compañeros, Enrique Pat (teclados) y Bernardo Ron (guitarra), y él, en la batería. “Éramos un cuarteto y se salió el bajista, lo cual nos obligó a conformarnos como trío. Por lo pronto, el tecladista está tocando los bajos y ya meteremos un bajista. Todo esto nos obligó a componer de otra forma para adaptar el sonido de la banda. Sigue siendo el sonido de Aguamala, pero con otro toque.

Sobre etiquetas

Estamos, en tanto que trío, más acoplados. Puede ser más complicado, pero es más orgánico. Realmente, nosotros no nos consideramos una banda de jazz, estrictamente hablando; no somos una banda de jazz ortodoxa, pues tenemos mucha influencia del rock, del funk, y estamos girando hacia lo progresivo, a lo estructural, sin mucha improvisación. Si hay algo de improvisación, pero no como en la fórmula ortodoxa del jazz. Hay quienes nos definen como jazz-rock progresivo. ¡A mí ya me chocan las etiquetas! Se me hacen absurdas. Estoy por eso de que algo gusta o no, y ya. Creo que la gente tiene una preconcepción de lo que es el jazz, lo cual no es necesariamente bueno. Mucha gente tiene conocimiento del género y lo que hago tiene que ver con el saxofón o el contrabajo, y no necesariamente es así.

Hasta ayer en la tarde aún meditaba con su compañeros de Aguamala sobre con cuál pieza comenzar el concierto, “pero generalmente comenzamos con El rezo, una de las composiciones más nuevas. Pido a la gente que llegue y se divierta, que sienta que todo fluye. A mí me gusta el ambiente de bar porque las personas se van ambientando poco a poco. La cercanía me parece interesante. En un bar tocas de un modo, porque no dependes de un equipo de sonido o de una gran aparato técnico. Todos van agarrando swing conforme pasa la noche.

Ha ido aumentando el público de jazz y hay más lugares para oírlo. Mientras más oferta haya será mejor, para poder elegir. Para mí, que no creo mucho en los géneros, sólo hay dos tipos de música, como decía Miles Davis: la buena y la mala.

Forma parte de una familia de músicos. Mis padres eran melómanos. Los dos. En casa había buena música, por lo que nuestro encuentro con el buen sonido fue rápido. Mis papás oían desde Armando Manzanero hasta jazzistas connotados; pasamos por el rocanrol, que fue el inicio de casi todos los músicos de mi generación. Nos metimos al jazz por una circunstancia también un poco rara: mi abuelo materno era muy aficionado al jazz y cuando íbamos a su casa se escuchaba a Coltrane, Charly Parker y Miles Davis. El acercamiento fue natural.

Consideró que el jazz y la música en general pueden ayudar a crear una mejor sociedad; citó los casos de Colombia, Panamá y Japón. “Hay varios países que están tomando muy en serio la parte ortodoxa y no ortodoxa del jazz para acercar la música a los jóvenes. Creo que faltan programas de radio de jazz.

“Todavía en algunas le tienen un poco de miedo, pero eso está cambiando y cada vez se programa más. Las estaciones educativas de siempre incluyen jazz, como Radio UNAM y Radio Educación, el Imer con Horizonte”.

–En México, ¿el jazz es negocio?

–Eso es muy complejo y amplio, porque no se puede hablar de una sola fórmula. No es fácil de etiquetar como producto para la venta. Todavía no hay una educación tan amplia respecto del género. Si se le ve sólo como una posibilidad de convertirlo en negocio me parece que es una equivocación. Primero hay que crear un verdadero gusto hacia el género y provocar su búsqueda.

–¿Va influyendo que el jazz ya se estudie como licenciatura en México?

–Es probable, pero si de lo que se trata es de estudiar música hay que estudiarla, y punto, y después escoger el género. No creo que se pueda estudiar el jazz así como tal, porque tienen que ver con la improvisación. Primero hay que tener las herramientas necesarias para crear un lenguaje y poder expresarse. Yo no soy un músico de escuela. Jamás estudié música, pero he conocido extraordinarios músicos que no saben teoría. La mayoría de los buenos músicos no se iniciaron en el jazz, sino que llegaron a él después.

Del 27 al 29 de noviembre se realizará el Riviera Maya Jazz Festival. “Estamos cumpliendo ya 13 años. Somos tres productores y el elenco será extraordinario: el jueves 27 estarán Colin Hunter, Pato Machete, Take y Jorge Vercilo; el viernes 28: Hiram Gómez, Metheny Unity Band, Chris Potter, Antonio Sánchez & Ben Williams, y sábado 29: Kenny Garrett, Virgil Donati y Chick Corea & The Vigil.

Paco Machete no tiene que ver con el jazz, directamente, pero la idea es que crezca la audiencia. La entrada es gratuita porque el festival atrae turismo. El año pasado fueron 30 mil asistentes.

Mayor información para el concierto de hoy en la cuenta de Twitter @The_Jazz_Base. The Jazz Base se ubica en Patriotismo 133, esquina Calle 21, sin número, San Pedro de los Pinos. Informes y reservaciones: 63640553.