Delincuentes roban, mediante tomas clandestinas, de 5 a 8 por ciento del gas natural que se distribuye por tubería en los hogares del país, denunció el director de la española Gas Natural Fenosa, Ángel Lárraga Palacios. Dañan la infraestructura más que deslaves, inundaciones o sismos, señaló.

Sólo en su caso, dijo, la ordeña de su red les provoca pérdidas anuales de casi 150 millones de pesos y por tanto exigió al Poder Legislativo que en las leyes secundarias de la reforma energética no olvidar endurecer las sanciones para el delito de robo de combustibles, al tiempo de reforzar la vigilancia sobre las redes de gasoductos.

Hasta 2013, Petróleos Mexicanos (Pemex) había sido el principal objetivo de la delincuencia para el robo de combustibles, particularmente de gasolinas y petróleo crudo. Dastos preliminares indican que el año pasado el número de tomas clandestinas descubiertas por la petrolera registró un sustancial incremento. De acuerdo con datos de la paraestatal, ese año fueron descubiertas cerca de 2 mil 200 tomas clandestinas en su propia red de ductos, lo que provocó daños económicos por alrededor de 11 mil millones de pesos, sólo en las zonas donde distribuye gas natural, es decir, en Monterrey, la región del Bajío y la ciudad de México.

Ayer, durante su participación en el Gas Future Forum, Lárraga Palacios denunció que el robo de combustibles ya no es exclusivo de la petrolera estatal mexicana y no sólo en combustibles líquidos. También, afirmó, afecta ya a las empresas privadas distribuidoras de gas natural, ya sea mediante la ordeña directa de las tuberías o a través de la manipulación de los medidores por personas que no cuentan con la suficiente preparación para manejar ese tipo de aparatos.

En porcentaje, el volumen de gas que nosotros le compramos a Pemex y que no conseguimos facturar a los clientes puede ser entre 5 y 8 por ciento, dijo. Puntualizó que eso representa una diferencia de casi 150 millones de pesos anuales entre producto distribuido y entregado, y el monto de ingresos por facturación.

A raíz de esas pérdidas fue que Gas Natural Fenosa México planteó al Poder Legislativo que en la elaboración de las leyes secundarias de la reforma energética no se olviden de estipular incentivos para los inversionistas como la mayor penalización para el robo de gas natural y una mayor protección de la red de distribución. Gas Natural Fenosa tiene en México una red de 17 mil kilómetros de tubería para la distribución del combustible, así como otros 11 mil kilómetros para el transporte del producto.