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Natalia Fregoso y Emiliano Thibaut retratan en un libro 10 historias de trabajo infantil

Rinden homenaje a niños jornaleros de zonas rurales y urbanas de Jalisco

Las cifras dibujan un panorama de emergencia nacional, opinan los fotógrafos

Foto
Coni en su bicicleta (izquierda), La Ladrillera, Tonalá, Jalisco, 2013, fotografía incluida en el libro Por todas partes: cientos de miles, en el cual se documenta la explotación de niñas y niños de entre nueve y 13 años que laboran en Jalisco
 
Periódico La Jornada
Jueves 27 de marzo de 2014, p. 6

Millones de niños se ven obligados a trabajar en el mundo. El libro Por todas partes: cientos de miles documenta con fotografías la intimidad familiar y el entorno laboral de 10 casos en Jalisco para mostrar un tema difícil, pero también para rendir un homenaje.

Obreros, jornaleros del campo, trabajadores domésticos, pescadores de ostras, pies que amasan barro para ladrillos y hasta músicos de banda protagonizan algunas de las historias visuales de infantes de entre nueve y 13 años de edad.

Procuramos no caer en lo más tremendo del trabajo infantil, sino en lo más generalizado y no sólo mostrar esa, sino también otras facetas de la vida de esos niños. En alguna medida también es un homenaje a ellos, expresan Natalia Fregoso y Emiliano Thibaut, autores del libro.

Tienen en común que trabajan para poder sobrevivir, ya sea en zonas urbanas, rurales y de la costa. Se muestran 122 fotografías tomadas en 2013.

Nos hemos acostumbrado a mirar niños y niñas trabajar como si formasen parte del paisaje mexicano, en condiciones muchas veces alarmantes, incluso deplorables, pero los vemos sin reparo. Como si fuera su destino y no pudiésemos hacer nada, ni siquiera indignarnos.

Por eso, argumentan, el libro realizado con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) y de la Universidad de Guadalajara (UdeG), plantea la urgencia de documentar lo que viven niños trabajadores y sus familias. Y ahora, cuando parece que la profundización de la pobreza parece haberlos hechos invisibles.

Deberían ir a la escuela o jugar

Una disparidad entre la realidad y la legislación es lo que se observa en México, se afirma en un ensayo introductorio de Anayanci Fregoso Centeno. Indica que poco más de 25 por ciento de los mexicanos son personas entre cinco y 17 años. En 2012 la población infantil que trabaja fue de 3.2 millones.

Es esta población infantil de la que intentamos dar cuenta en este libro. Nos asomamos a algunas de estas historias que, aunque pocas, permiten entrever lo que ocurre hoy en Jalisco.

Deberían estar en la escuela, o jugando. Sin embargo, las condiciones sociales y familiares los obligan a participar en la vida económica. En el libro se asienta que las estimaciones oficiales son que en el planeta son 215 millones de menores de edad los que forman parte de la población trabajadora, la estimación para América y el Caribe es de 14.1 millones.

Las cifras dibujan un panorama de emergencia nacional, alertan y mencionan que en México hay unos 40 millones, de los cuales, 21 viven en pobreza y cinco millones sobreviven en pobreza extrema, lo que significa que difícilmente sus derechos humanos pueden ser garantizados”.

La situación en Jalisco es un espejo de agua, argumentan los autores del libro. En esa entidad laboran 7 mil niños y niñas bajo las peores formas de explotación laboral, concentrándose en los campos agrícolas, donde trabajan en condiciones de franca esclavitud.

Tendrían que obligar a los distintos sectores sociales, y al Estado, en su función directiva, a colocar la situación de la infancia en la agenda nacional, pues se trata de sujetos a quienes se les anulan sus derechos humanos y, con ello, se suprime la posibilidad de que puedan desplegar sus potencialidades.