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La secretaría del ramo en el DF busca mejorar la vida de la ciudad, afirma su titular

Aún no se ha podido demostrar el uso social de la ciencia: Drucker

Es una de las razones por las que la clase política no apoya la investigación, afirma el ex presidente de la AMC

La dependencia impulsa proyectos como el combate a la contaminación del agua en Xochimilco con biorremediación y el impulso al transporte urbano elevado con un fonicular horizontal

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El investigador emérito de la UNAM funge como secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación desde 2013; su propósito primordial, dijo en entrevista, es buscar soluciones que impacten positivamente la vida de los capitalinosFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Martes 11 de marzo de 2014, p. 2

En México la ciencia ha fallado en demostrar su utilidad para la sociedad, en considerarla como una herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas, afirmó René Drucker Colín, secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación (Seciti) del gobierno capitalino. Y enfatizó: Debemos sacar a la ciencia del cajón y empezar a resolver problemas.

En entrevista con La Jornada, señaló que desde su creación en 2013, la Seciti tiene un propósito claro: Tratar de usar a la ciencia como instrumento para resolver las dificultades que enfrenta la ciudad y, con ello, generar mejores condiciones de vida para sus habitantes.

Drucker Colín, investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reconocido por sus estudios sobre la neurofisiología del sueño y su labor como divulgador científico, enfatizó que desde la dependencia se buscará resolver diversos retos pequeños o grandes, porque esa es su principal función, ayudar a resolver problemas.

A poco más de un año de su creación, destacó que se impulsan proyectos que van desde incidir en el combate a la contaminación del agua en Xochimilco mediante la biorremediación, así como la instalación de un nuevo sistema de riego para mejorar la producción de alimentos, hasta la construcción del primer prototipo de un auto ciento por ciento eléctrico hecho en México, o impulsar el desarrollo del transporte urbano elevado con un fonicular horizontal.

Este último proyecto, reconoció, ha sido polémico yse ha comentado mucho. Detalló que la Seciti invertirá 30 millones de pesos en el diseño del prototipo, pero afirmó que será de otros sectores la tarea de decidir su implementación. A nosotros nos interesa impulsar la innovación.

Se trata de iniciativas, dijo, que comparten una misma característica, tratar de resolver problemas reales que afectan a la ciudadanía, pues advirtió que la Seciti no será un sustituto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; no se orientará el esfuerzo a convocatorias para proyectos o destinar recursos a becas. Eso lo hace el consejo, y muy bien. Queremos usar la ciencia como herramienta para resolver problemas de la ciudad.

Por ello, se impulsa el diseño de un nuevo fármaco que busca combatir la diabetes tipo II, tecnificar 5 mil pequeñas tiendas de barrio, a fin de competir en condiciones más justas con las tiendas de conveniencia, e impulsar el desarrollo de un aparato que permite medir la potabilidad del agua.

En la secretaría, dijo, detectamos los problemas que enfrenta la ciudad, escogemos los que consideramos más importantes y buscamos a los más capaces, que estén dispuestos no sólo a decir qué hay que hacer, sino a resolver el problema.

–En el Distrito Federal se concentra la mayor cantidad de recursos humanos especializados y la mayor plataforma científica del país, ¿cómo aprovechará estos recursos?

–Nuestro principal reto es tratar de resolver algunos de los problemas que tienen los habitantes de la ciudad de México. Tenemos un sistema científico mexicano de buen nivel nacional e internacional, con enorme solidez académica, que es muy importante, y debemos continuar, pero no ha funcionado necesariamente con aquellos investigadores que no están orientados a las publicaciones, que solucionan cosas, que pueden usar a la ciencia para resolver alguna necesidad concreta.

“A estos científicos se les dan recursos y ellos recomiendan una serie de acciones para atender una demanda, pero no hay una sola persona que las ejecute. Muchas de sus aportaciones se quedan en el cajón, se pierden.

Debemos cambiar la forma en que operamos los recursos públicos, que deben estar más orientados a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Y la ciencia es una herramienta muy poderosa para lograrlo.

–¿Se trata de buscar la aplicación de la ciencia a problemas concretos?

–Sí. Una de las razones por las cuales a la ciencia no se le apoya desde la clase política o la ciudadanía, es porque no ha sido capaz de demostrar su utilidad para la sociedad. Porque, adicionalmente a lo que ya se hace, que es consolidar la parte académica del sistema científico, que es muy importante, también es necesario demostrar que la ciencia es una herramienta que resuelve problemas que nos afectan.

–¿Hacer evidente su utilidad social?

–En gran medida hemos fallado en eso. Hacerlo nos va a llevar varios años. Hay que hacer muchos cambios en las estrategias para demostrar que necesitamos de la ciencia para resolver nuestros problemas, porque tiene enorme utilidad. Y la función de la Seciti es impulsar esto.

Innovaciones

Con un presupuesto de 300 millones de pesos para 2014, señaló que la Seciti, con apoyo de los institutos de investigación de Ingeniería, Materiales, de la Atmosfera y de Biotecnología de la UNAM, impulsa proyectos que van desde la elaboración de trajineras con nanomateriales y PET para hacerlas más livianas y resistentes, estudios sobre el impacto de los topes en vialidades como factor de contaminación ambiental y las acciones para contrarrestarlo, hasta el diseño de un anticonceptivo masculino, a través del uso de toxinas producidas por diversos insectos.

Drucker Colín, ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), apuntó que se han generado diversas alianzas con organismos públicos nacionales y extranjeros, como el proyecto de colaboración con el Instituto Nacional de Rehabilitación para la creación de cartílagos artificiales a partir de células madre, y con el Instituto Cajal de España, para el estudio de los trastornos del movimiento.

Buscamos soluciones que impacten positivamente la vida de los capitalinos. Por ello, adelantó que otro de los proyectos es buscar la instalación en México del primer Instituto Max Planck sobre envejecimiento. Son retos reales, a los que debemos buscar respuestas y la ciencia nos puede ayudar.