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Rescate de mineros chilenos, al cine

E

l domingo 22 de agosto de 2010, cuando se supo que se encontraban vivos los 33 mineros atrapados desde 17 días antes en una mina al norte de Chile, fue uno de los más felices para el presidente de ese país, Sebastián Piñera, entonces con seis meses en el cargo. La popularidad del también próspero empresario dio un salto de 10 puntos. Y lo mismo le sucedió al ministro de Minería, que se convirtió el mejor evaluado del gabinete.

Estamos bien en el refugio, los 33. El mensaje, cortísimo, escrito en la hoja arrancada de un cuaderno, fue exhibido con orgullo por Piñera. Las cámaras registraron su enorme sonrisa y las imágenes le dieron la vuelta al mundo. Entonces, su popularidad, que venía en picada, se disparó y fue en aumento a medida que se realizaban con éxito las operaciones de rescate de los trabajadores atrapados en la mina San José.

En cambio, la vocera presidencial, Ena von Baer sostuvo: En el trabajo en la mina se ve reflejada la nueva forma de gobernar, que enfrenta los problemas con decisión, convicción, rapidez, urgencia y con buenos resultados acompañados, en este caso, de la mano de Dios.

Luego de 69 días de estar sepultados a 700 metros de profundidad, los mineros fueron rescatados el 10 de octubre. El proceso de traerlos de nuevo a sus casas ocupó la atención internacional y mostró las capacidades técnicas utilizadas para salvarlos gracias, fundamentalmente, a una cápsula que ayudó a diseñar la NASA. Piñera agradeció la ayuda de Dios recibida en este verdadero milagro. Y anunció: Después del rescate vendrán otros desafíos, como derrotar la pobreza y el subdesarrollo.

Sin embargo, la popularidad de Piñera se desplomó en el resto de su mandato hasta tocar fondo. Deja el martes próximo su cargo. En cambio los que renacen son los mineros, que virtualmente pasaron al olvido llevando a cuestas con su familia las consecuencias de lo vivido. Y el renacer llega gracias a la película que, con un costo de 25 millones de dólares comenzó a filmarse en las minas de sal de Nemocón a 70 kilómetros de Bogotá.

Los 33 se llama; cuenta con el financiamiento de una de las productoras de Hollywood y la colombiana Dynamo. La dirige la mexicana Patricia Riggen. El elenco lo encabeza Antonio Banderas, en el papel de Mario Sepúlveda, el líder del grupo de mineros. Lo acompaña Martin Sheen, quien encarnará a don José Vega, padre del minero Álex Vega y uno de los familiares que intervino en el rescate. Además del español Mario Casas y el mexicano Marco Treviño, este último el reportero de Memoria de mis putas tristes, la adaptación de la novela de García Márquez.

La elección de Colombia, en lugar de Chile, para el rodaje tuvo que ver con los costos de producción. Pero una segunda parte de la película se filmará en la región donde ocurrió el rescate.