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El G-7 cancela cumbre con Rusia por violar la soberanía de Ucrania; podría salir del G-8

No ordenar la invasión, exhorto del Parlamento de Kiev a Putin

Marchas en Moscú: una de apoyo al gobierno con acarreados; otra opositora con 361 detenidos

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Hombres armados no identificados patrullan alrededor de la base de infantería ucrania en Perevalne, península de Crimea. No hubo ayer movimientos de tropas en la frontera de Rusia con Ucrania. El ejército no recibió la orden de atacar, tampoco la de retirarseFoto Ap
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Manifestación en la Plaza de la Independencia, en Kiev, con banderas de Estados Unidos, Canadá y AlemaniaFoto Xinhua
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Marcha ayer en el centro de Moscú para apoyar al pueblo de Crimea y Ucrania, incluidas personas de habla rusa, y para protestar contra las políticas de las nuevas autoridades recientemente designadas en Kiev, según los organizadores. Trascendió que trabajadores cuyos salarios dependen del presupuesto federal no tuvieron otra opción que asistir a la movilizaciónFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 3 de marzo de 2014, p. 23

Moscú, 2 de marzo.

La Rada, parlamento de Ucrania, exhortó este domingo al presidente de Rusia, Vladimir Putin, a no ordenar la intervención militar y a retirar a sus cuarteles de la Flota del Mar Negro en Sebastopol a los soldados rusos que llevan días patrullando las calles de las principales ciudades de Crimea.

La resolución aprobada dice que los diputados expresan todo su respaldo al ejército ucranio, desde ayer en estado de alerta máximo, el cual está dispuesto a defender la patria, cuando están amenazadas nuestra integridad territorial y soberanía, se desestabiliza la situación y pone en entredicho la paz y tranquilidad en Ucrania.

Aleksandr Turchinov, presidente ucranio en funciones, cambió hoy a los gobernadores de 18 regiones, nombrando en dos muy importantes del este, habitadas por mayorías de origen ruso, Donietsk y Dniepropetrovsk, a los magnates Serguei Taruta e Igor Kolomoisky, respectivamente, ambos en los primeros lugares de multimillonarios de la lista de Forbes.

El hombre más rico de Ucrania, Rinat Ajmetov, clave en las regiones del este, instó a unirse a sus compatriotas para mantener la integridad territorial del país y dijo que sus empresas, que dan trabajo a 300 mil personas, harán todo lo que esté a su alcance para favorecer una solución pacífica a esta crisis. Para Ajmetov, es inadmisible el uso de la fuerza o cualquier acción ilegal desde el exterior, en alusión a una eventual invasión del ejército ruso.

En Moscú, la policía detuvo a 361 personas que intentaron protestar de modo pacífico contra la guerra, al tiempo de que las autoridades organizaron en la capital rusa una marcha de 20 mil jóvenes, que según confesaron varios entre risas recibieron un estímulo económico por participar, y trabajadores cuyos salarios dependen del presupuesto federal y no tuvieron otra opción que ir, para expresar apoyo a la autorización del Senado para mandar tropas a Ucrania.

Entre tanto no hubo este domingo más movimientos de tropas en la frontera de Rusia con Ucrania y la situación sigue siendo muy tensa. El ejército no recibe la orden de atacar, tampoco la de retirarse.

Al margen del previsible aislamiento internacional y de las sanciones de todo tipo que seguramente aplicarán contra Rusia muchos países –Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea, entre ellos– salta a la vista que con sólo anunciar que se reserva el derecho de realizar una intervención militar en Ucrania, Rusia echó por la borda la defensa del multilateralismo que promovía con tanto ahínco y que, como principio esencial de un nuevo orden internacional, condenaba cualquier intento de atacar a un país soberano –Siria, por ejemplo– sin el consentimiento del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas.

¿O Ucrania no es un país independiente? Claro que lo es, pero el Kremlin, cuando argumenta que puede mandar militares para proteger a la población de origen ruso –como pretexto para conservar su estratégica base de la Flota del Mar Negro en Sebastopol– se olvida de los principios del derecho internacional que invocaba al criticar a Estados Unidos como agresor por querer bombardear Damasco, por seguir con el mismo caso reciente.

Porque plantear en la ONU la necesidad de introducir sanciones contra el gobierno de Ucrania por discriminar a la minoría rusa –o incluso, aportar evidencias para justificar el envío de un contingente de pacificación de cascos azules de Naciones Unidas o mediadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa– para el Kremlin equivaldría a reconocer a las nuevas autoridades de Ucrania.

Y eso, hasta ahora, es lo que Moscú evita por todos los medios, producto de una asombrosa falta de información sobre lo que acontece en Ucrania, ya sea por haber mandado al exilio dorado como embajador a Mijail Zurabov, ex ministro de salud pública con doble fama poco favorable para un diplomático (inepto y corrupto, según la prensa rusa), o por otra inexplicable causa que hace creer a los gobernantes rusos que un pequeño grupo de políticos pro europeos usurpan el poder por la fuerza, tras haber orquestado poco menos que un golpe de Estado.

Pero en vez de salir corriendo ante una posible intervención militar rusa, esos políticos, que cuentan con el reconocimiento de todas las regiones de Ucrania, salvo Crimea, hacen un llamado a defender la integridad territorial frente a una agresión externa y convocan a una movilización de todos los ucranios en edad de servir en el ejército para repeler un eventual ataque.

Forzar una aventura bélica

Los halcones del entorno del presidente Vladimir Putin tratan de involucrar a Rusia en una aventura bélica que, de llevarse a cabo, va a erosionar la popularidad del titular del Kremlin, apenas lleguen los primeros ataúdes de cinc con soldados muertos en el vecino país.

Ese sector beligerante de la élite gobernante rusa, que anhela quedarse con el control de los gasoductos, las minas de las regiones del este y otras fuentes de abundante riqueza en Ucrania, lleva días tratando de crear el escenario propicio para una invasión militar.

Lo primero que hicieron fue ordenar que un grupo de hombres armados sin distintivos en sus uniformes irrumpiera en la sede del Parlamento para asegurar el cambio del jefe de gobierno de Crimea, Anatoli Moguiliov, por un ex militar y ahora empresario, Serguei Aksionov, con antecedentes de un pasado como miembro de la delincuencia organizada en los años noventa, cuando respondía al alias de Goblin, según denunció un diputado de la Rada.

Después, firmar con ese gobernante de dudosa legitimidad y reputación un supuesto acuerdo para que soldados rusos custodiaran los aeropuertos y las sedes de las instituciones de Crimea, al tiempo que antiguos miembros de las disueltas unidades Berkut patrullan las calles de las ciudades crimeas y los puntos de ingreso en la península.

Sin hacer mucho ruido, Rusia mandó cerca de 6 mil soldados de refuerzo para garantizar la seguridad de su base naval en Sebastopol, dentro del margen de 25 mil efectivos que puede tener ahí conforme a los acuerdos de 1997.

Paralelamente, el Kremlin ordenó realizar unas maniobras para poner en estado de alerta a sus unidades militares en el este y centro de Rusia, mientras los provocadores creaban el clima propicio para una invasión.

Ha habido de todo: un supuesto asalto con víctimas mortales al ministerio del Interior, la petición de ayuda de Aksionov a Putin, las revueltas de grupos pro rusos en Jarkov y otras ciudades del este ucranio, el intento de vincular a la extrema derecha ucrania con los islamitas norcaucásicos mediante una publicación falsa en las redes sociales, entre otros ingredientes de esa estrategia.

Y para obtener la entusiasta aprobación de los habitantes de Crimea a una posible entrada de tropas rusas, se puso especial énfasis en crear un clima de creciente preocupación con acciones como, por poner dos ejemplos, incautar todos los productos de los vendedores en un mercado en Simferopol diciendo que se hacía para cubrir las necesidades del Maidán (como se conoce a la Plaza de la Independencia, símbolo de la protesta opositora que derrocó al presidente Viktor Yanukovich), o difundir por el Canal 1 de la TV rusa un reportaje sobre éxodo de ucranios a Rusia –143 mil personas, se dice– con imágenes de un cruce fronterizo de Ucrania a… Polonia, de gente que va y viene todos los días por razones comerciales.

Así las cosas, con autorización del Senado para atacar, el ejército ruso espera órdenes en la frontera con Ucrania, mientras sus compañeros de armas patrullan las calles de las ciudades de Crimea sin violar los límites de los acuerdos, según el gobierno de Rusia.

El Kremlin pagará un precio enorme, está aislado, no tiene una posición de fuerza: Kerry

Reuters, Afp, Ap, Dpa y Xinhua

Washington, 2 de marzo.

El Grupo de los Siete (G-7) grandes países industrializados condenó hoy lo que calificó de violación de Rusia a la soberanía de Ucrania y canceló los preparativos para una cumbre del Grupo de los 8 (G-8), que incluye a Moscú, y estaba prevista para realizarse en Sochi, en junio, informó esta noche la Casa Blanca.

Nosotros, los líderes de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Gran Bretaña y Estados Unidos, y el presidente del Consejo Europeo y el presidente de la Comisión Europea, juntos condenamos la clara violación de la Federación Rusa a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, declaró el G-7 en un comunicado dado a conocer por la Casa Blanca.

Con el nombre simbólico de G-7, los líderes de los países más industrializados dijeron en un comunicado que las acciones de Rusia no eran compatibles con las del Grupo de los Ocho (G-8), al cual Moscú se unió en 1997.

Decidimos, por ahora, suspender nuestra participación en actividades asociadas con la preparación de la cumbre del G-8 programada para junio en Sochi, sostuvo el grupo.

La declaración pide a todas las partes actuar con el mayor grado de autocontrol y responsabilidad, y disminuir las tensiones.

Horas antes, el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, advirtió a Moscú que podría perder su lugar en la mesa de las grandes potencias que integran el G-8 (conformado por el G-7 más Rusia) si continúa su invasión e increíble agresión en la península de Crimea, en el sur de Ucrania, que además, dijo, puede dar lugar a revocación de visados, congelamiento de activos, sanciones comerciales y de inversión.

Kerry sostuvo una serie de entrevistas este domingo en las principales cadenas de televisión de su país; afirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin, podría no tener su lugar en la cumbre del G-8 en Sochi, podría incluso no seguir en el G-8 si esto continúa. Pagará un precio enorme. Rusia está aislada. No está en una posición de fuerza, sostuvo en la cadena NBC.

Si Rusia quiere ser un país miembro del G-8 debe comportarse como tal, declaró a CBS.

Lo último que queremos es la opción militar. Queremos una solución pacífica. Estados Unidos y el presidente (Barack Obama) contemplan actualmente todas las opciones, afirmó a la ABC.

Kerry visitará Kiev el martes para brindar su apoyo a los nuevos líderes interinos, informaron este domingo funcionarios de la administración del presidente Barack Obama.

Mientras, el secretario estadunidense del Tesoro Jacob Lew, manifestó su disposición a ofrecer todo el apoyo necesario a la república ex soviética para restaurar su estabilidad financiera.

Obama, quien ayer habló por teléfono con Putin, continuó este domingo las consultas al más alto nivel. Habló con la canciller federal alemana, Angela Merkel, después con el primer ministro británico, David Cameron, y más tarde con el presidente polaco Bronislaw Komoroski, quienes expresaron su gran preocupación por la postura de Rusia hacia Ucrania, que calificaron de amenaza a la paz y a la seguridad internacional y enfatizaron en la necesidad de un diálogo, informó la Casa Blanca en un comunicado.

El ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, expresó sus reservas de aislar a Rusia del G-8, al señalar que es el único foro en el que nosotros, los occidentales, hablamos directamente con Rusia... ¿Es conveniente sacrificar esto? Creo que eso no va a ayudar, planteó.

El jefe de la diplomacia alemana instó a Rusia a evitar toda intervención militar en Ucrania y estimó que aún se puede evitar una nueva división de Europa.

Putin acepta propuesta de Angela Merkel para el diálogo político

Además, el gobierno alemán anunció que Putin aceptó la formación de un grupo de contacto para iniciar un diálogo político sobre la crisis, propuesto por Merkel que estaría bajo la dirección de la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE).

En un comunicado, el gobierno alemán indicó que Merkel y Putin tuvieron una conversación telefónica en la que la canciller federal alemana le reprochó al presidente ruso haber violado el derecho internacional al intervenir en Crimea, lo que es inaceptable.

El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Anders Fogh Rasmussen, participó en Bruselas en una sesión especial para debatir la crisis ucrania; advirtió que las acciones militares de Rusia suponen una amenaza para Europa. Exhortó a Moscú y Kiev a que busquen una solución pacífica y llamó a enviar a observadores internacionales.

El Vaticano, Polonia, Japón y China se sumaron al coro de voces que piden una solución al conflicto, mientras varios centenares de personas se manifestaron frente a las embajadas de Rusia, en Varsovia, Berlín y Londres en apoyo a Kiev.