Estambul, 7 de febrero.

Un avión turco procedente de Ucrania fue forzado a aterrizar en Estambul escoltado por un caza F-16 después de que un pasajero, aparentemente borracho, intentó desviar el aparato a Sochi en momentos en que se llevaba a cabo la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno.

El pasajero, un ucraniano de 45 años, fue detenido por las fuerzas especiales turcas tras el aterrizaje del Boeing 737 de la compañía turca Pegasus en el aeropuerto Sabiha Gökçen, indicó Huseyin Avni Mutlu, gobernador de Estambul.

Durante el desalojo de los 110 pasajeros, que fue posible tras una negociación con el ucraniano, un comando se infiltró en el avión y lo controló rápidamente, indicó Mutlu, quien precisó que el hombre no estaba armado ni llevaba una bomba.

Las autoridades turcas explicaron que poco después del despegue, el hombre intentó entrar en la cabina de pilotaje y amenazó con detonar una bomba si la aeronave no se dirigía a Sochi. La tripulación lanzó de inmediato la alerta y las autoridades turcas ordenaron el despliegue urgente de dos aviones de caza F16, que escoltaron al avión hasta Estambul.

No estaban claros los motivos del sospechoso, pero Mutlu dijo que hizo exigencias sobre su propio país y quería enviar un mensaje sobre las actividades deportivas en Sochi.

Según la agencia Interfax, los ser­vicios de seguridad de Ucrania con­firmaron que el pasajero, quien fue lle­vado a una estación de policía para ser interrogado, es ucraniano y se en­contraba en estado de ebriedad.