El fenómeno de las autodefensas en Michoacán surgió en parte porque la situación ya era intolerable para la ciudadanía y se había llegado a un momento límite en el que sólo se podía aguantar el sometimiento, migrar y perder sus bienes o morir con sus familias, dice el investigador Guillermo Garduño Valero, especialista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa en temas de seguridad, Ejército y narcotráfico.

Más allá de si se trata o no de una guerra civil, agrega, no se puede prever hacia dónde se desarrollará esta historia, pero es posible afirmar que las instituciones han resultado profundamente afectadas, que predomina el caos y que ha habido muchos errores de gobernabilidad a escala federal, estatal y municipal.

Considera que se requiere una depuración profunda de funcionarios, como los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, y de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos; así como el comisionado nacional de Seguridad, Manuel Mondragón, y el gobernador Fausto Vallejo.

A partir de ahí, dice Garduño Valero, se generaría un espacio para replantear la política para Michoacán. Recuerda que, en su momento, tras el levantamiento zapatista en Chiapas el entonces presidente Carlos Salinas removió a la gente que ocupaba la mayoría de esos cargos.

Respecto del recién nombrado comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, dice que éste debe tener más poder que el gobernador, el secretario de Gobernación y todos los involucradas, incluyendo a los militares.

El académico destaca la torpeza de Osorio Chong y del gobierno de Vallejo al decir que han hecho un pacto entre la Federación y el gobierno michoacano, lo cual de por sí ya es algo constitucional. ¡Con quien tenían que hacer un pacto es con los grupos de autodefensa!

Otro error, agrega, es que dijeron que el Ejército y la Policía Federal (PF) tomaban el control de la entidad. ¿Quiere decir que antes no existía ese control, o dónde estaba? Se supone que ahí hay zona militar. ¿Y por qué entonces ahora sí va a funcionar?.

Considera que por eso José Manuel Mireles, líder de los autodefensas, “ha dicho que a unos pasos de la Zona Militar los Caballeros templarios detenían a la gente y la despojaban de sus pertenencias, a la vista del Ejército. ¿Quiere decir que ese Ejército, la PF y la Armada de México se cruzaron de brazos y se volvieron cómplices directos o indirectos del crimen organizado?”.

Comenta que todo eso hace que los representantes de tales instituciones no puedan ser interlocutores válidos bajo ninguna circunstancia. Además, el presidente de la República nombra a un comisionado para la seguridad (Castillo Cervantes) después que el Ejército mata a dos civiles, mientras que la gente de allá dice que son cuatro, incluida una niña.