Sociedad y Justicia
Ver día anteriorJueves 16 de enero de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Plantea superar cultura hedonista

Médica católica llama a desechar sexo basura
 
Periódico La Jornada
Jueves 16 de enero de 2014, p. 37

El sexo basura es un “obs­táculo para el desarrollo de los jóvenes, según el calificativo y la afirmación de la doctora Rosario Laris de Tort, directora de la Asociación Sexo Seguro, quien aseveró que el plan de Dios es que vivamos una sexualidad prudente y feliz, siempre y cuando sea bajo el sacramento del matrimonio.

Laris, con una maestría en salud pública, indicó que debemos desechar el sexo basura en la sociedad, “ese que es fomentado por la cultura light y la sociedad hedonista, que no busca compromiso ni unidad e incita al aumento de grandes problemas sociales como la pornografía y la prostitución”.

En una entrevista con el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame) señaló que la opción libre de vivir la castidad fuera y dentro del matrimonio no es cosa fácil, ya que los medios de comunicación han hecho ver y creer que es una necesidad básica del ser humano como comer o respirar.

Para Laris la castidad es el único método para prevenir alguna infección de transmisión sexual (ITS) o un embarazo inesperado y expresó su punto de vista sobre el tema de la sexualidad y que ésta haya perdido su valor y sentido en la vida, y que ahora hablar de este tema con los jóvenes resulte ser “mocho o anticuado”, ya que para ellos tener relaciones a temprana edad es algo natural.

Dijo que ante el comienzo temprano de la actividad sexual en adolescentes, grupos y asociaciones como Sexo Seguro fomentan, previenen y anuncian la verdad sobre la sexualidad y el amor para que los jóvenes alcancen un mejor desarrollo.

La especialista remarcó su visión diciendo que la sexualidad fue creada por Dios, y debemos vivirla en santidad y plenitud bajo el sacramento del matrimonio. Aun casados podemos ser castos y respetuosos con nuestro mismo cuerpo. La castidad es una virtud que purifica el amor y lo eleva; es la mejor forma de comprender y sobre todo de valorar el amor.