A fin de contrarrestar un decálogo de problemas que enfrentan los estudiantes de bachillerato en México, la Secretaría de Educación Pública (SEP) elabora un manual de seguridad y acciones para blindar la comunidad educativa, elaborar protocolos de intervención y desarrollar ambientes de inclusión y participación democrática.

Además, adecuará el programa Construye-T para atacar la incidencia del acoso escolar y garantizar su aplicación en 5 mil 500 planteles, así como destinar cerca de 3 mil millones de pesos a proyectos de infraestructura y ampliación de cobertura.

Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación Media Superior, reconoció que alumnos, profesores y directivos se ven afectados por fenómenos de violencia tanto internos como externos a las escuelas.

Ante la denuncia de directivos por la penetración del narcotráfico en sus planteles, admitió que hay casos de cobro de derecho de piso y amenazas para obtener algún beneficio económico.

Durante la clausura de los trabajos del programa de Actualización y Profesionalización, con el que se atendió a 4 mil 100 directivos este año, señaló que existen al menos 10 factores de riesgo que se deben atacar en las escuelas:

Los alumnos se sienten inseguros en el plantel, se comportan de manera violenta, no se involucran en la contención del acoso, no siempre usan métodos anticonceptivos en su vida sexual, consumen drogas y alcohol –dos de cada 10 suelen beber en exceso con cierta regularidad–, manifiestan cierto grado de intolerancia hacia la diversidad, no perciben a la escuela como un apoyo y se sienten desolados.

Al respecto, alertó que al menos 24 por ciento de los estudiantes provocan confrontaciones en la escuela, 19 por ciento molesta a su profesor en clase y 14 por ciento le responde de forma violenta; 13 por ciento participa en peleas y al menos 10.4 por ciento ha sido detenido por la policía. Además, tres de cada 10 jóvenes que cursan bachillerato se sienten tristes y desolados. De ellos, al menos 7 por ciento ha intentado suicidarse.

A lo que se suman una alta incidencia de casos de acoso y percepciones de inseguridad en la escuela y su entorno. Por ello, afirmó que la SEP impulsará a partir de 2014 diversas acciones, entre las que destacó el fortalecimiento del programa Construye-T, impulso al bachillerato en línea, atención educativa para la población que no estudia ni trabaja, y una estrategia de intervención para la prevención de riesgos.

Entre los principales retos para mejorar el bachillerato y su calidad, Tuirán Gutiérrez insistió en que se deberá abatir, en al menos 200 mil alumnos, los que abandonen las aulas para pasar de 650 a 450 mil al año al final de este sexenio.

Agregó que para alcanzar la meta de tener 50 por ciento de los planteles en el Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) se abrió un cuarto nivel de acceso que permitirá a las escuelas federales que no cuentan con recursos para pagar las evaluaciones ingresar al sistema a través de un reporte “documental in situ”.

Actualmente, dijo, 335 planteles, con matrícula de 253 mil alumnos, han solicitado su acceso con este perfil, a los que se suman otras 193 escuelas, y 175 mil alumnos, que han cumplido con la evaluación del SNB. Recordó que la meta sexenal es pasar de 13.6 a 50 por ciento de las escuelas en el SNB, por lo que para 2014 se espera concretar un 25 por ciento.

Tuirán Gutiérrez también anunció que a partir del primero de febrero próximo se iniciará un proceso de consulta sobre el modelo educativo en el que podrán participar docentes y directivos, y agregó que se contará con un fondo de 150 millones de pesos para atender problemas de infraestructura menor en los planteles.