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De nuestras Jornadas

Clero y fondos públicos

L

a jerarquía católica en Guerrero se ha convertido en los dos meses recientes en blanco de polémica por dos asuntos que han generado suspicacia entre los ciudadanos.

Uno es el de la construcción de un complejo turístico en el cerro El Huixteco, en Taxco; el otro, la asignación por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de 27 millones de pesos para construir un centro cultural en Acapulco.

En el primero, la información ha trascendido a cuentagotas entre la gente, pues ni las autoridades involucradas –el ayuntamiento en lo que se refiere a las licencias de construcción y Semarnat por la manifestación de impacto ambiental– están enteradas. Sólo se sabe que será un hotel de descanso para sacerdotes, con condiciones adecuadas para retiro espiritual, y se edificará en una zona natural protegida, como es el cerro El Huixteco.

Los taxqueños han sido muy celosos al proteger su patrimonio histórico y natural, al grado de que la ciudad tiene requisitos muy especiales de construcción para no alterar la imagen urbana. Por ello, el proyecto, conocido como Dos Corazones, ha empezado a concitar un rechazo generalizado en la medida en que trasciende su existencia.

En Acapulco, el diputado federal priísta, Manuel Añorve Baños, fue quien dio a conocer la asignación de recursos para el Centro Cultural Cristo Rey. Pero un numeroso grupo de artistas e intelectuales, que han demandado en vano mayor presupuesto para la cultura en la entidad, cuestionan que se destinen recursos públicos al sector religioso. Como parte de este centro, se construirá un auditorio con capacidad para mil personas.

Ayer los creadores hicieron una reunión previa y acordaron solicitar por vías formales información sobre esos fondos y, en su caso, su reasignación.

Según parece, los dos temas van a ir creciendo en inconformidad en los próximos días. Mientras tanto, la jerarquía católica ha guardado un prudente silencio.