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Obreros dan últimos toques levantando carpas y pavimentando caminos hacia la aldea

Aguarda su natal Qunu el retorno final del ex presidente Mandela

Temen autoridades que el aeropuerto local no logre atender los 100 vuelos que llegarán el domingo

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Policías tuvieron que contener a sudafricanos que aún buscan despedirse del hombre que derrotó al apartheidFoto Ap
The Independent
Periódico La Jornada
Sábado 14 de diciembre de 2013, p. 22

Qunu, Sudáfrica, 13 de diciembre.

El acto final del largo adiós a Nelson Mandela será la más pequeña de las ceremonias, con unas 400 personas en torno a la fosa. Habrá unos cuantos dignatarios, el príncipe Carlos y Bill Clinton entre ellos, junto con miembros del gobierno, pero los demás asistentes serán quienes han sido ensombrecidos por la naturaleza internacional de los eventos realizados hasta ahora: su familia, amigos y ancianos de su tribu.

Madiba, como lo llaman sus compatriotas, será sepultado en Qunu, aldea rural en la que pasó gran parte de su juventud, cuya población ha sido duplicada por periodistas, funcionarios, policías y militares en los días pasados. Unas 4 mil personas más llegarán para la ceremonia funeral previa.

Trabajadores se afanaban en los preparativos finales, levantando carpas contra un trasfondo de rondavels (chozas redondas de adobe). Otro grupo pavimentaba un camino desde el frente de la casa de Mandela hasta Mthata, la ciudad donde se encuentra el aeropuerto más cercano, en el que este domingo aterrizarán el avión con el cuerpo del ex presidente y otros vuelos oficiales.

Sin embargo, un elemento de falta de planeación ha marcado los preparativos. Hay la inquietud de que el aeropuerto, que maneja dos vuelos comerciales por día, no logre atender los 100 que llegarán el domingo.

Si la temperatura está bien, podremos aterrizar en Mthatha. Si no, en East London y llegar por carretera, señaló Collins Chabane, uno de los ministros de la presidencia. Eso significaría, con la lentitud del cortejo, un viaje hasta de cuatro horas bloqueando una carretera principal.

El servicio fúnebre de Mandela en un estadio de futbol de Soweto, con 91 jefes de Estado presentes, se realizó con tres cuartas partes de asientos vacíos, en parte porque funcionarios pidieron a la gente no asistir, ya que los caminos estarían bloqueados y faltarían autobuses. Los asistentes abuchearon al presidente Jacob Zuma, lo que retrasó su discurso.

La vergüenza por ese incidente fue rebasada por el asunto del intérprete de lenguaje de señas que convirtió en un galimatías el discurso de Barack Obama, entre otros. Este viernes el incidente tuvo un nuevo giro, al revelarse que el falso traductor, Thamsanqa Jantje, probablemente tuvo una acusación de homicidio en el pasado. Linda Thomas-Greenfield, secretaria de Estado asistente para Asuntos Africanos de Estados Unidos, exigió saber cómo se permitió a semejante personaje acercarse tanto a los líderes mundiales.

También ha habido quejas acerca de la inhumación, entre ellas del rey de los tembus, Buyelekhaya Dalindyebo, quien según se dice ha amenazado con bloquear la ceremonia.

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Al término del tercer día de los funerales, el cuerpo del dirigente fue llevado a Union Buildings, PretoriaFoto Reuters
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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien asistió a una misa en Caracas en memoria del líderFoto Reuters

La familia de Mandela ha tenido vínculos históricos con la realeza tembu, y el rey, conforme a la costumbre, debía tener un papel esencial en los ritos. Según diferentes versiones, estaba molesto por la presencia del presidente Zuma, a quien detesta, y consideró que el nieto de Mandela tuvo una parte principal en romper el protocolo.

También hubo quejas de ciudadanos más humildes. Algunos en Qunu dijeron sentirse excluidos. Fue muy doloroso no haber podido asistir al funeral. Somos de aquí, el lugar donde él creció. Estuvimos con él, dijo Simesihile Soyaye.

La abuela de Nelson Mandela, Noumvula, insistió: Fue su deseo que todos estuviéramos aquí. Cuando se mudó a Johannesburgo nos dijo que aunque se hubiera ido, aunque estuviera muerto, podríamos verlo. Señaló la plataforma colocada para ver el féretro: Demasiado lejos para que la alcance una anciana como yo.

Otros se preocupan por el bienestar de los residentes de Qunu a largo plazo. Aun siendo el lugar natal del fundador de la nación carecía de recursos en salud y educación, y ahora que él se ha ido hay temores de que el gobierno los olvide.

Cuando joven, Nelson Mandela vio morir a su padre en una choza, probablemente de cáncer de pulmón, aunque la causa exacta nunca se supo, porque no tuvo oportunidad de ser diagnosticado por un médico.

Joshua Mzingelwa, líder de la Iglesia episcopal apostólica, expresó que durante décadas Qunu sólo tuvo una pequeña clínica de una sola habitación.

Moses Gqwarhu, comerciante, apuntó que Mandela tuvo que irse de Qunub para estudiar. Luego que murió su padre, lo adoptó un gran jefe (Jongintaba Dalindyebo, regente en funciones de los tembus) y fue él quien los envió a la universidad. ¿Habría sido un gran líder si se hubiera quedado en Qunu? Aun ahora, muy pocos de aquí van a la universidad; no vemos que Qunu vaya a producir otro dirigente de este país.

Otros aldeanos dijeron que no es momento de hablar de esos temas. Sólo debemos recordar lo afortunados que fuimos de tener a Mandela, subrayó un anciano. ¿Cuántos lugares tienen semejante honor?

La tarde del domingo la escolta militar entregará a Nelson Mandela a su familia y su tribu. La bandera nacional que cubre el féretro será remplazada por una mortaja tradicional xhosa, y Madiba estará de nuevo entre su gente.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya