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Presentan su libro Calzada de los Misterios en el naciente espacio Ca’Iturriaga

Vilma Fuentes sugiere conservar el asombro, si se pretende escribir

Es raro encontrar esa capacidad en los escritores actuales, señala la colaboradora de La Jornada

 
Periódico La Jornada
Jueves 12 de diciembre de 2013, p. 6

Para escribir algo se necesita conservar la mirada del niño, del asombro, estar descubriendo todo el tiempo, dijo la escritora Vilma Fuentes (DF, 1949) durante la presentación de su libro Calzada de los Misterios, que se realizó la noche del martes en la inauguración del nuevo espacio Ca’Iturriaga, la que fue la casa del humanista José Iturriaga (1912-2011). Ahí, donde se encontraba su biblioteca, hay una galería de arte, un pequeño escenario, y muy pronto un restaurante.

Se abre este espacio en un momento de luto. Estamos de luto ante la aprobación de la reforma energética, dijo Yuriria Iturriaga, hija del humanista, colaboradora de La Jornada y quien está a cargo de Ca’Iturriaga (Miguel Ángel de Quevedo 690, Villa Coyoacán), al finalizar la presentación de Vilma Fuentes, quien también escribe en estas páginas.

La presentación antisolemne del libro, con la presencia de María Luisa La China Mendoza al lado de Vilma, del editor Tomás Granados, del Fondo de Cultura Económica (FCE), sello que publica el volumen, y del poeta Óscar González desembocó en anécdotas y muchas risas.

“Quiero hacer una mínima descripción del libro –dijo Tomás Granados–. Calzada de los Misterios es un libro inclasificable porque no es ni novela ni una serie de cuentos ni un libro de memorias ni un reportaje. Es simplemente un conjunto de capítulos, cuentos, 16 partes, que tienen el nombre de una avenida con una colonia, que une esa situación urbana del México de los años 50 con la médula de lo narrado en ese capítulo; ni ocurre en la calle pero en todos los momentos sintetiza la pequeña trama”.

El principal acierto del volumen, añadió, es esa mirada infantil de la protagonista y es, además, un libro dominado por la presencia de la educación religiosa donde el castigo es medular. Hay unidades autónomas donde hay personajes entrañables, que vale la pena leer el libro simplemente por conocerlos; entre ellos una tía coqueta y un niño lector que no sabe leer y al que le leen. Escrito con un lenguaje sencillo, preciso, no es alambicado ni artificial, dijo el editor.

Anécdotas y antisolemnidad

En su respuesta a Tomás Granados, Vilma Fuentes parafraseó a Charles Baudelaire: “Como decía él: ‘Me fui fiel’, porque conservó su capacidad de asombro. Un tipo que se convierte en adulto solemne, que pierde la ligereza, o la gente que escribe pontificando o que se toma en serio y que ya no descubre nada, eso es entrar a un mundo extraño, el mundo del adulto hastiado, y creo que hay que conservar esa capacidad de asombro si se pretende escribir. Es raro encontrar esa capacidad en los escritores actuales”.

Desde los primeros textos de Vilma Fuentes “me ha tocado irme familiarizando con un modo de ver las cosas. Calzada de los Misterios es como en los anteriores, donde habla de México, de la ciudad, de la vida urbana desde la mirada de una niña y el paso a la adolescencia que está viviendo esa segunda mitad del siglo pasado”, añadió Óscar González.

Es la distancia lo que me permite ver la ciudad, expresó Vilma Fuentes, quien radica en Francia desde hace varios años.

La China Mendoza habló de su amiga no sólo como autora de ficción, sino también como periodista: “Me gusta leerla porque es como si estuviera hablando con ella, no sé si la admire más como escritora o como periodista. Estoy enamorada de la historia literaria y periodística de Vilma. Su forma de expresarse en los periódicos, sus reflexiones de París me devuelven a un París que había imaginado en mis lecturas y en mis viajes embobada. El que haya logrado adquirir el conocimiento de la limpidez de la prosa para poder regalárnosla en esos libros estupendos. Me gusta leerla porque tiene la manía de las ciudades.

“Soy absolutamente citadina, vivo Guanajuato como si fuera París, y Vilma me ha devuelto una ciudad de México que es la ciudad de mi infancia. Me estoy concretando en el periodismo, todo lo que escribes en el periodismo me parece estupendo.

Estamos en el principio literario de Vilma, creo que nos tiene deparado un gran camino literario, porque sus novelas son de primera línea y de una gente que está alumbrándonos con un pedacito de espejo, finalizó La China Mendoza.