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De todos mis libros, Palinuro de México es mi favorito por su contenido autobiográfico, dice

Trabajaré con los jóvenes por una sociedad más justa: Del Paso

El escritor fue distinguido con el doctorado honoris causa de la UdeG

Promete escribir un libro dedicado a las letras universales y mexicanas

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En el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, ayer, Fernando del Paso fue felicitado por Hugo Gutiérrez Vega. Atestiguan, el rector Tonatiuh Bravo Padilla y José Alfredo Peña Ramos, secretario general de esa casa de estudiosFoto Arturo Campos Cedillo
Enviada
Periódico La Jornada
Viernes 6 de diciembre de 2013, p. 4

Guadalajara, Jal., 5 de diciembre.

Dos promesas hizo el escritor Fernando del Paso al recibir el doctorado honoris causa de la Universidad de Guadalajara (UdeG): la primera, escribir un libro dedicado a las letras universales y mexicanas; la segunda, trabajar con los jóvenes en la creación de una sociedad justa y equilibrada.

Del Paso, quien nació en la ciudad de México en 1935 y radica en Guadalajara desde hace más de dos décadas, concluyó con ese ofrecimiento el discurso de aceptación que leyó en su nombre el escritor Miguel Ángel Ortuño, en una ceremonia efectuada la mañana de este jueves en el Paraninfo de la UdeG, donde lo acompañaron su esposa Socorro Gordillo, sus hijos Alejandro y Paulina, y su nieto Alejandro. Encabezó el acto, el rector Tonatiuh Bravo Padilla, al lado del poeta Hugo Gutiérrez Vega.

Vivir para la literatura

En su texto, Del Paso agradeció a la que llamó su universidad por el grado, un doctorado que, dijo, “supongo respalda mi dedicación absoluta a las letras y la literatura que he profesado desde muy niño. Acepto, reitero con gran emoción, esta nueva distinción que agrega mi universidad al título de profesor emérito de la misma, y prometo destinar un buen espacio de mi vida a la hechura de un libro dedicado a las letras universales y mexicanas, las mismas que nutrieron mi espíritu infantil, juvenil y adulto.

Prometo también, ya que durante muchos años me llamaron doctor sin serlo, dedicarme a curar los múltiples padecimientos que sufren la historia, la literatura y en pocas palabras el mundo de nuestro días junto con los jóvenes, los únicos seres humanos capaces de formar una sociedad nueva, más justa y equilibrada.

Un largo discurso en el que Del Paso hizo un recuento biográfico, de sus estudios y de las cuatro universidades de su vida: la Universidad Nacional Autónoma de México, la de Iowa, Notre Dame, en Indiana, y la UdeG. Escritor que primero quiso ser médico, pero conoció a quien sería su esposa, Socorro, con quien escribió Dulzor y pasión de la cocina mexicana, años después.

Ya casados optó por estudiar economía, comenzó a trabajar en publicidad y publicó su primer libro, José Trigo. En 1969 sale del país y vive en Estados Unidos, Inglaterra y Francia, donde se desempeñó como diplomático y locutor. Regresó a México, pero no a la ciudad que lo vio nacer, sino a Guadalajara, con el cargo de director de la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz que le ofreció el entonces rector de la UdeG Raúl Padilla, hoy presidente de la FIL. El ofrecimiento llegó cuando ya pensaban regresar al país y había publicado sus novelas Palinuro de México y Noticias del Imperio.

Hacía meses que, teniendo en mente el regreso, no sabía cómo y cuándo hacerlo, o de qué y cómo íbamos a vivir. He vivido siempre para la literatura, pero nunca de la literatura.

Sirvió el discurso para recordar a sus amigos Juan José Arreola y Juan Rulfo, cuya muerte tuvo que anunciar cuando era locutor en Francia la publicación, ya en México, de Linda 77: historia de un crimen, y para aclarar, una vez más, que no hubo pleito con Paz, distancia provocada por declaraciones de Del Paso sacadas de contexto.

“Hubo un intercambio de cartas en Proceso y las cosas se calmaron. Tuvimos un encuentro cortés en Barcelona, pero no se vislumbraba que pudiéramos reanudar nuestra relación amistosa. Mi llegada a la Universidad de Guadalajara me ofreció esa posibilidad en bandeja de plata, pero entre la UdeG y Paz surgieron algunos malentendidos.

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Miles de jóvenes acudieron ayer a la Feria Internacional del Libro de GuadalajaraFoto Carlos Cisneros

Con la perspectiva que nos ofrece el tiempo podríamos concluir que la universidad no era tan de izquierda como Octavio pensaba, ni Octavio tan de derecha como la universidad creía.

Paz no asistió a la inauguración de la biblioteca, debido a la presencia de Fidel Castro, y después se planeó su visita, pero por problemas de salud del Nobel de Literatura no se concretó.

El FCE redita la novela del autor

Mauricio Ferrer Corresponsal

Guadalajara, Jal., 5 de diciembre.

Yo estaba destinado a que me publicara el Fondo de Cultura Económica (FCE), fueron las palabras del escritor Fernando del Paso, leídas por el editor Tomás Granados, durante la presentación de la nueva edición de Palinuro de México, obra publicada por primera vez en México en 1980 por la editorial Joaquín Mortiz, en la edición 27 de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

“El Fondo presenta en esta FIL la nueva edición con el mismo dibujo de la portada y el mismo tamaño de la de 1980 (...) Palinuro de México es, de todos mis libros, el favorito por su gran contenido autobiográfico (...)

Sólo me resta agradecer al Fondo de Cultura Económica por esta redición y por su existencia, según las palabras del escritor.

Fernando del Paso expresó su gratitud hacia los presentes; habló apenas un par de palabras, debido a problemas de salud que lo han acompañado en los meses recientes.

Orgía de tiempos y personajes

“Palinuro... es una orgía de tiempos, espacios, personajes, lenguaje y metáforas. Al leerla, quedé inmerso en un vértigo de un torbellino, como esos tornados del vecino del norte que gira con casas y todo lo imaginable, sobre todo, palabras y sensaciones.

‘Palinuro... es un libro para un exilio de 100 años en una isla abandonada: tiene de chile, dulce y manteca”, expresó la escritora Mónica Mansour en alusión a la obra de Del Paso.

Mansour describió que Palinuro de México es una novela que mezcla seis mundos diferentes: Palinuro con la familia; Palinuro y la medicina; Palinuro y sus amigos; Palinuro y Estefanía (su prima y su amante), Palinuro y el mundo; y Palinuro y el movimiento estudiantil de 1968.

Reflejo del movimiento del 68

De todas las rediciones que se han hecho en el país de Palinuro de México, la de este 2013 es una de las mejores, tanto en diseño, como en la incorporación de un prólogo escrito por Francisco González Crussí, manifestó el novelista Agustín Ramos.

Para el escritor, esta obra de Fernando del Paso refleja fielmente el movimiento estudiantil de 1968 en México.

“Palinuro... encierra este suceso que es espíritu de libertad, de goce, de transgresión, de delirio, de deseo, de todo; un nudo inefable que anuda y desanuda esta edición.

“Palinuro corporiza y reincorpora, 45 años después, en plena globalización, el decreto del estado de la felicidad permanente”, agregó Ramos.

Joaquín Díez-Canedo, ex director del Fondo de Cultura Económica, indicó que Palinuro de México es una novela entrañable, conmovedora, con un lenguaje seductor, característica de Fernando del Paso.