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La exposición Petite Maman reúne 75 obras, incluida su araña monumental

Bellas Artes acoge la etapa tal vez más radical y contemporánea de Bourgeois

Segunda muestra en su tipo basada en los escritos sicoanalíticos de la artista, informa el curador

 
Periódico La Jornada
Martes 3 de diciembre de 2013, p. 8

Las obsesiones, los miedos y las emociones de la escultora franco-estadunidense Louise Bourgeois (1911-2010) habitan el Museo del Palacio de Bellas Artes.

La obsesión por la figura materna y el miedo de ser abandonada permean Louise Bourgeois: Petite Maman, la primera gran exposición de su obra tardía en tela, pero no en el sentido de decadencia, pues para el curador Philip Larratt-Smith dicho periodo de creación es tal vez el más radical, el más contemporáneo.

En la selección de 75 piezas, incluida Maman (1999), una araña monumental instalada en la explanada del Palacio de Bellas Artes, se repiten tanto representaciones del famoso arácnido, como del pecho materno, así como otras partes del cuerpo femenino y la utilización de sus propias ropas, o posesiones, para confeccionar sus obras.

Larratt-Smith explicó en el recorrido encabezado por Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), que la muestra es la segunda de su tipo basada en los escritos sicoanalíticos de Bourgeois descubiertos en 2010, antes de su fallecimiento. En los años 50 del siglo pasado, poco después de la muerte de su padre, Bourgeois entró en una crisis profunda y recurrió al sicoanálisis.

Por traer el arte universal: Tovar

Petite Maman es una exposición cargada de emotividad. A lo largo de las pinturas, trabajos en papel y tela, dibujos, esculturas, instalaciones, impresiones y gouaches, la artista –casada con el historiador de arte estadunidense Robert Goldwater– no deja de cuestionarse. La instalación Días negros, una de varias celdas exhibidas, tiene que ver con los momentos de luto y depresión que Bourgeois experimentaba en contraste con sus días rosas, es decir, felices y sus días azules o tristes.

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Una de las obras en tela de Louise Bourgeois, incluida en la exposición del Museo del Palacio de Bellas ArtesFoto Guillermo Sologuren

Mientras en Días negros cuelgan prendas que la expositora llevó en vida, en el otro extremo de la Sala Nacional, una segunda celda, titulada Araña, protegida por un gran arácnido, emplea fragmentos de tapices, siempre una referencia a su infancia. (Sus padres tuvieron un negocio de restauración de tapices.)

De acuerdo con Philip Larratt-Smith, la relación de Louise Bourgeois con el pretérito era algo ambivalente: “Por un lado, necesitaba al pasado para crear su arte; era el sitio en que se encontraban las personas y acontecimientos que más le importaban, que le dieron identidad.

Sin embargo, por otro lado, el pasado funcionó un poco como una trampa. De allí que la celda, cuya estructura se extiende directamente del cuerpo de la araña, también puede ser una jaula o cárcel.

Al referirse a diferentes exposiciones de obra de México que hay actualmente en el extranjero, Rafael Tovar señaló que la finalidad es traer el arte universal a nuestros espacios como un medio de aproximarnos en todas las disciplinas, que México pueda ser parte de los circuitos artísticos internacionales y que el público mexicano pueda estar al tanto de las nuevas corrientes y vanguardias.

Aunque el Conaculta estará muy ligado a la presentación de arte contemporáneo, como en el caso de Petite Maman, en el Museo del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez, esquina Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro Histórico), también lo estará con otras manifestaciones, como la exposición procedente del Lou-vre sobre mitos y religión griega de la época clásica, que en diciembre será abierta en el Museo Nacional de Antropología, anunció Rafel Tovar.