La galería de Casa Lamm es reconocida hoy en día como una referencia ineludible en el arte contemporáneo mexicano, señalan tanto los pintores que desde ahí han despegado sus carreras, hasta los autores consagrados que esperan fecha en el recinto para presentar su producción reciente, así como críticos y coleccionistas.

Durante dos décadas, el espacio ha trabajado directamente con artistas como Francisco Toledo, Alberto Gironella, Javier Marín, Rafael Cauduro, Vicente Rojo, Santiago Carbonell, Joy Laville y Graciela Iturbide, entre otros.

Para celebrar ese importante esfuerzo, Casa Lamm preparó una exposición que se inaugura este jueves 14 de noviembre y un libro que se presentará ese mismo día, titulado Artistas de Casa Lamm en sus talleres.

En cuatro lustros la galería ha presentado más de 300 exposiciones, junto con 200 catálogos impresos.

La entrada de Casa Lamm a las dinámicas culturales citadinas fue bienvenida de manera colectiva, escribe en la presentación del libro el crítico Santiago Espinosa de los Monteros.

Añade que se trataba de una aventura que contaba con respaldos importantes y un programa de trabajo ambicioso. La galería prometía ser un espacio destinado a recoger a un sector de los productores activos y aumentar las opciones de difusión cultural vigentes hasta ese momento.

La primera exposición que se presentó fue Flagrante delicto, de Felipe Ehremberg, quien había estado colaborando con Casa Lamm como maestro y conferencista.

Después llegó Alberto Gironella, quien pese a todos los pronósticos, por su carácter explosivo, estableció con la galería una sólida relación y con Casa Lamm actos de generosidad tales como la donación de libros a la biblioteca e incluso el deseo de heredar completo su acervo bibliográfico, lo que lamentablemente no fue posible concretar pues los problemas de espacio impedían recibir los miles de libros que el maestro ofrecía, continúa Espinosa de los Monteros.

Desde el principio la galería ha mantenido el espíritu de no convertirse en un local netamente comercial. Elín Luque, directora de artes visuales de Casa Lamm, señala que siempre se ha dado prioridad a proyectos que se presentan haciendo estudios previos, es decir, “conociendo a profundidad a los artistas, buscando siempre que fueran académicos, siguiendo sus trayectorias y, a partir de ahí, establecer relaciones de trabajo con artistas con quienes hemos trabajado en algunos casos por más de 15 años.

Es por ello que en algunos casos hay quien ha expuesto con nosotros en más de 10 ocasiones, porque nos hemos propuesto desde el principio generar coleccionismo, y la única forma de hacerlo es trabajando cerca del artista, seguir su trayectoria, estar cerca de las asesorías con los coleccionistas y lógicamente desarrollando relaciones con la parte académica. Por eso integramos constantemente a maestros y alumnos en el programa de exposiciones.

Uno de los temas fundamentales que trabaja Casa Lamm es la difusión de artistas oaxaqueños, “quizá entre los más destacados se encuentran las largas y reiteradas colaboraciones con Demián Flores, no sólo uno de los autores contemporáneos más sólidos de su generación sino, a la par de su trabajo creativo, enorme promotor cultural que ha colaborado y generado proyectos como el de La Curtiduría, la exposición de espejos Zegache, de la que Casa Lamm fue sede y motor, y más recientemente el proyecto visual de Lila Downs titulado Pecados y milagros”, detalla Espinosa de los Monteros.

Aunque orientada a la pintura, la galería también ha presentado a grandes fotógrafos, como Rogelio Cuéllar, Gabriel Figueroa, Graciela Iturbide, Manuel Zavala y Alex Hank, de los cuales de han editado alrededor de 50 catálogos.

El libro que se presenta el jueves echa un vistazo a los talleres de José Castro Leñero, Enrique Cattaneo, Rafael Cauduro, Paola Celada, Javier Cruz, Virginia Chávez, Eduardo Dayán, Edurne Esponda, Demián Flores, José Luis García, Sergio Hernández, Abelardo López, Jorge Marín, Miguel Milló, Amador Montes, Jorge Obregón, Juanita Pérez y Kenny Viese.