Un espacio público intervenido
El libro Oaxaca en movimiento. La gráfica de la resistencia popular oaxaqueña (Ediciones La Guillotina-Casa Vieja, México, 2013, con ensayos de Deborah Caplow, Norma Patricia Lache Bolaños y Abraham Nahóm) reproduce airosamente ese momento de 2006 cuando “la gráfica callejera se convirtió quizás en la herramienta de rebelión preferida de los oaxaqueños”, y ciertamente una de las más duraderas a pesar de su naturaleza fugaz. Como dicen los editores,“el carácter transgresor y subversivo de pintas,grafitis y esténciles,más que debilitar sus cualidades artísticas o desvirtuar sus propósitos, los hace estallar”. Algo de ese estallido asoma ahora en Ojarasca.