Opinión
Ver día anteriorJueves 31 de octubre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Empleo: escaso y precario

Mayor carga, menor salario

Corporativos alzan la mano

M

ientras diputados y senadores alegremente aumentan impuestos como si la mexicana fuera una economía en jauja, la situación laboral del país va de mal en peor: pocos empleos formales y más precarios cada día que pasa. ¿Cuál será el efecto en este renglón tras la aprobación de la reforma recaudatoria, que otorga el pretexto ideal para que el sector empresarial cancele plazas, recorte prestaciones y duplique cargas de trabajo por el mismo salario?

Habrá que ver cuál es el comportamiento y el grado de sobrevivencia de los clasemedieros, pero en vía de mientras el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN), del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, advierte que una de las frases célebres del discurso de la democratización de la productividad del gobierno en turno es que aumentar la productividad no significa trabajar más, sino trabajar mejor, pero en el caso mexicano trabajar mejor debería implicar que las familias mexicanas tengan acceso a un ingreso justo, garantizado a través del crecimiento sostenido de la economía, situación que en el contexto del cierre del tercer trimestre de 2013 se torna cada vez más complicado.

De no existir una demanda de trabajo pertinente, entonces poco sentido tiene trabajar mejor si al final del día no se generan empleos que permitan ejercer un poco más de ese mejor trabajo, apunta el CIEN y advierte que el empleo para septiembre de 2013 refleja un escenario que es consecuencia del debilitamiento de la economía mexicana, que continuará sin permear beneficios al tejido social en tanto no se resuelva el problema de forma integral; la demanda de trabajo calificado es crucial para garantizar que los mecanismos de productividad plasmados en la reforma laboral se materialicen en beneficio de los trabajadores.

Los fallos estructurales del mercado laboral mexicano persisten a pesar del discurso de impulsar una mayor productividad; las cifras así lo demuestran, la precariedad laboral sigue siendo una constante para los retos de la presente administración. Además, la falta de coordinación entre las reformas manifiesta la urgente necesidad de implementar mecanismos que garanticen un vínculo entre la recaudación fiscal y los incentivos al sector productivo, para así aspirar a un mercado laboral para trabajar mejor.

La eliminación del régimen de pequeños contribuyentes y los cambios a las Comisiones Mixtas de Capacitación, Adiestramiento y Productividad (consideradas en la Ley Federal de Trabajo para empresas mayores a 50 empleados), son un ejemplo de que la polarización de las políticas y su impacto en los agentes productivos de la economía continúa eliminando incentivos a la formalidad y condicionando los incentivos a ser más productivos para las micro, pequeñas y medianas empresas.

La actividad económica en general presenta un escenario poco favorable y de bajo crecimiento. Las caídas en inversión y actividad industrial observadas en las semanas anteriores, en particular en el sector de la construcción, han dejado sentir sus efectos en la moderada tendencia al alza de la actividad económica para el periodo. Son prácticamente las actividades terciarias y algunos renglones de la manufactura las que mantienen a flote el crecimiento de apenas 0.8 por ciento para agosto de 2013.

Además, las ventas reportadas en el tercer trimestre del año no son del todo favorables, y confirman que la moderada alza en la actividad económica no será suficiente para recuperar el dinamismo económico mermado por la desaceleración. Cada vez será más complicado y lento el proceso para salir del actual escenario, si lo que impulsa el crecimiento son factores exógenos que atraen únicamente beneficios en el corto plazo, los cuales no garantizan un crecimiento sostenido de la economía que permita un ingreso justo para las familias y los trabajadores mexicanos.

El CIEN apunta que las cifras de desocupación por nivel de instrucción continúan reflejando una falla estructural que denota el alto grado de precarización del mercado laboral mexicano: una polarización de la demanda de trabajo. En este sentido, la tasa de desocupación para la población con primaria completa e incompleta presenta un decrecimiento en comparación con el mismo periodo del año anterior, situándose en 15.7 y 6.3 por ciento para septiembre de 2013, respectivamente. En contrasentido, la tasa de desocupación para la población con secundaria completa y de educación media superior y superior, presenta aumentos con respecto al mismo periodo del año anterior, situándose en 40.1 y 37.8 por ciento en igual lapso.

Con respecto a las tasas de subocupación por posición en la ocupación, los resultados son heterogéneos. Por un lado, la tasa de subocupación para los trabajadores subordinados y remunerados creció con respecto a la presentada en septiembre de 2012, pasando de 50.6 a 51.2 por ciento para el mismo periodo de 2013. Igualmente, la subocupación para los trabajadores sin pago presentó un alza en cuanto a los datos presentados para el mismo periodo del año anterior, situándose en 7.4 por ciento.

En sentido contrario, la subocupación para los empleadores y los trabajadores por cuenta propia presentaron decrecimientos marginales en comparación al mismo periodo del año anterior, pasando de 5 a 4.5 por ciento, y de 38 a 37 por ciento para septiembre de 2013, respectivamente. Así, es posible apreciar que las condiciones del mercado laboral no presentarán un escenario más favorable de continuar por el mismo camino.

Las rebanadas del pastel

Si alguien tenía dudas sobre qué empresas se beneficiaron con la generosísima cancelación de adeudos fiscales durante el calderonato, la histérica reacción de ellas sólo confirma los favores recibidos. Vamos, alzaron la mano para que nadie perdiera detalle de su ataque de nervios: una cascada de demandas de amparo fue presentada ante juzgados federales por importantes corporativos nacionales y extranjeros, como Televisa, Tv Azteca, Walmart, entre otros, para obtener la protección de la justicia federal e impedir que el SAT haga públicos (a petición del Ifai) los nombres de las compañías que fueron beneficiadas con la condonación de créditos fiscales por casi 74 mil millones de pesos en los pasados seis años, por concepto de atrasos en el pago de impuestos (La Jornada, Alfredo Méndez y Ciro Pérez). Lo anterior sin considerar los 3 mil 300 millones que le cancelaron a la fábrica de sueños ya en el gobierno de EPN.

Twitter: @cafevega