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Sin mostrar su mejor futbol, el equipo de Torreón gana en su visita a los auriazules

Un solo destello de Santos en CU confirma la oscuridad de Pumas

El árbitro no dio por bueno un gol legítimo de los locales

Nerviosismo y precipitación en las filas universitarias

El cuadro de José Luis Trejo, último lugar en la tabla, con ocho puntos

 
Periódico La Jornada
Lunes 7 de octubre de 2013, p. 2

Pumas se aventó de bruces a su perdición, como en un arrebato suicida se lanzó en picada por la ruta del fracaso. En esa caída constante sumó una nueva derrota, ahora ante Santos, y en ese mismo lance se convirtió en el último de la tabla. Perder parece una nueva mala tradición de los colores universitarios.

Hay de derrotas a derrotas. A veces hay una épica de héroe trágico que aunque pierde guarda cierta dignidad. Pero ayer no hubo nada épico; lo que ocurrió en Ciudad Universitaria fue un nuevo episodio de un equipo que no deja de caer en el vacío.

No fue necesario mucho esfuerzo en Santos, un equipo mesurado que no se arriesgó de más, sólo necesitó de un destello de Oribe Peralta para convertir el gol de la victoria, que se derivó de una de las escasas llegadas que tuvo el cuadro de Torreón. Lo que es aún más abrumador fue que casi al terminar el partido Luis García picó una pelota que parecía ser el gol del empate, pero el árbitro anuló por una supuesta falta del español sobre el arquero Oswaldo Sánchez.

Los aficionados hicieron una rabieta. Habrían rabiado más de saber que minutos más tarde el entrenador Pedro Caixinha reconoció que ese tanto era válido.

Desde los primeros minutos ambas escuadras ya habían mostrado de qué se trataría el partido. Santos fue en el papel de un equipo frío, sin mucha ambición, al que un empate lo dejaba satisfecho. Pumas, en cambio, se notaba urgido por no volver a perder, y menos en Ciudad Universitaria, donde antes resultaba difícil de someter.

La desesperación por enderezar el camino se notó en el nerviosismo y la precipitación con la que resolvían los jugadores auriazules cada que llegaban al área. Apenas unos minutos y Javier Cortés ya había enviado el primer disparo apresurado que se fue a las gradas. Y poco después Luis Fuentes prefirió buscar la opción segura con un centro que se perdió ante la ausencia de rematadores.

Los atacantes auriazules tampoco se veían metidos en lo suyo. Ariel Nahuelpán estuvo casi todo el tiempo de espaldas al arco y en la media cancha recuperaba balones. Martín Bravo tampoco aportó demasiado, como siempre, corría y peleaba la pelota en toda la cancha, pero sin un plan claro; era como una bala perdida que rebotó en todas partes sin hacer daño.

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El delantero Ariel Nahuelpán estuvo más ocupado en tareas de recuperación de balónFoto Jam Media

Ambos protagonizaron una jugada que resumió la actuación de todo el equipo. En un momento de inspiración salieron por el carril izquierdo. Nahuelpán recibió de espalda al arco en la media cancha amagó a la marca y tocó para Bravo, quien en una carrera imparable dejó atrás a sus escoltas, entró al área, tenía que atreverse con un fogonazo o gambetear en un cara a cara con Oswaldo Sánchez. Bravo titubeó y buscó un centro atrofiado para Javier Cortés, quien sólo pudo apoyarlo en arruinar una jugada que merecía mejor suerte que el lamento de los aficionados.

Santos sudó muy poco e incluso cometió errores graves. Oswaldo Sánchez intuyó a tiempo que su línea defensiva estaba desubicada y se anticipó cuando notó que un balón largo buscaba sorprenderlo, pero en la salida terminó rendido en el pasto. Cortés quiso sorprenderlo y llegar solo al arco, pero una reacción oportuna de Felipe Baloy alcanzó a cerrarle el paso y evitar que cayera un gol.

En la segunda parte ocurrió la desgracia para Pumas cuando Santos, pese a que parecía la peor versión de sí mismo, logró anotar. Peralta recibió un pase de Mauro Cejas y sólo tuvo que empujar la pelota para convertir el gol con el mínimo esfuerzo.

La moral en Pumas se fue en picada. No sólo el equipo no podía ganar, apenas tienen una victoria en 13 partidos, sino que perder ya les resulta inevitable, incluso ante un rival que este domingo no vino en su mejor forma.

Pumas trató de revertir el fracaso y en una jugada desesperada estuvo a punto del empate. Luis García encaró a Oswaldo Sánchez, quien parecía que había controlado el balón, pero el español alcanzó a puntearlo. Todos celebraron el empate, pero el árbitro Óscar Macías dijo que había falta.

Al terminar el partido los aficionados auriazules silbaron su descontento. Pumas sólo tiene ocho puntos, por 23 que alcanzó Santos.