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Que grandes empresas concentren la producción, el riesgo

Piden conservar régimen de excepción para agricultores con menos ingresos
Enviada
Periódico La Jornada
Sábado 5 de octubre de 2013, p. 13

Aguascalientes, Ags., 4 de octubre.

El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) aceptó pagar impuestos siempre y cuando se conserve el trato preferencial para los productores que tienen ingresos de 20 a 40 salarios mínimos y los incrementos al ISR sean graduales.

Benjamín Grayeb Ruiz, presidente del CNA, explicó que en las reuniones que ha sostenido con el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, argumentó que aplicar la reforma fiscal como la presentó el Ejecutivo al Congreso de la Unión desalentará la producción de alimentos y provocará el abandono de las parcelas.

En breve entrevista en el décimo Foro Global Agroalimentario, el representante de los agroempresarios comentó que también propuso que el impuesto sobre la renta sea de 20 y no de 30 por ciento, como se establece con la desaparición del régimen simplificado para el sector primario, y que el incremento sea gradual durante los próximos años. No nos negamos a pagar impuestos: el gobierno debe considerar que no todos los productores tienen ingresos elevados, destacó.

La petición, abundó, es que los productores que tienen ingresos desde 20 hasta 40 salarios mínimos sigan bajo el régimen simplificado.

Cualquier tasa impositiva genera inflación y aumenta los costos de producción, lo cual nos coloca en desventaja competitiva interna y externa, ya que no se aplican impuestos a las importaciones de granos. Sí, necesitamos reformas, pero queremos que tomen en cuenta que los impuestos nos van a pegar.

Al respecto, Homero Melis, secretario del CNA, asentó que “ese tipo de propuestas –plasmadas en la reforma hacendaria o fiscal y que contemplan también el llamado impuesto verde por el uso de agroquímicos– pueden provocar la desaparición de 80 por ciento de los 3.5 millones de los pequeños productores agrícolas y ganaderos, así como la concentración de la producción en grandes empresas”.

La gente consume y debe cuidar sus gastos, pero los impuestos complican la producción. De lo que se trata es que se continúe con un trato preferencial para los pequeños y medianos productores, pues si no hay heladas, sequías, inundaciones ni precios bajos, sus ingresos son de máximo 900 mil pesos para los pequeños y de 5 a 10 millones para los medianos, quienes reinvierten ese monto en mejoras tecnológicas, abundó.

También Carlos Pouiller, socio fundador de la consultoría argentina Globaltecnos, comentó que ver al sector agropecuario como fuente de financiamiento del Estado y no como motor de desarrollo del país frena la producción de alimentos.

Asentó que las autoridades deben atender de manera diferenciada a los pequeños productores, hay que darles condiciones para que sean más competitivos y, una vez que alcancen ese propósito, aumentarles la carga fiscal.

En Argentina, refirió, el sector agropecuario tiene la mayor carga fiscal; eso ha frenado su desarrollo y –dijo– afectado las condiciones de vida de los agricultores.