Hoy domingo será el último día para poder visitar en el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP) de Coyoacán la exposición Bonsái, arte y pasión al alcance de todos, que se divide en dos áreas: una sala con una colección de ejemplares de belleza innegable, y el patio central, con una expo-venta para llevar a casa una naturaleza transformada.

Esta muestra fue inaugurada la tarde del pasado viernes por el embajador de Japón en México, Shuichiro Megata, quien cortó el listón de apertura en compañía de Rodolfo Rodríguez Castañeda, director del MNCP; Mio Otoshiro, primera secretaria de la embajada de Japón, y Arturo Collazo, presidente de la Confederación Mexicana de Arte Bonsái.

El tiempo, materia prima

Horas antes, visitantes al recinto recorrían las mesas donde los bonsai son contemplados con lujo de detalle. Pequeños troncos, pequeñísimos frutos, mini flores, macetas en proporción, conforman un mundo de creatividad que el cuidado extremo produce con la materia prima intrínseca del bonsái: el tiempo.

El bonsái es un árbol o planta cultivado en un cesto o maceta. Bonsái es una palabra de origen japonés que significa, literalmente, bon: bandeja, y sai: naturaleza. Etimológicamente procede del término chino penzai, que significa pen: bandeja, y zÇi: cultivar. Es, pues, el arte de cultivar árboles y plantas reduciendo su tamaño mediante técnicas, como el trasplante, la poda, el alambrado y el pinzado, modelando su forma para crear un estilo.

El arte del bonsái se originó en China hace unos 2 mil años, como objeto de culto para los monjes taoístas, para quienes era símbolo de eternidad. El árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra.

Arturo Collazo expresó que el arte del bonsái pasó de China a Japón, donde se perfeccionó. Esta exposición da la oportunidad de conocer y apreciar el arte de mexicanos. La muestra ayuda a estrechar lazos de amistad y, sobre todo, del amor a la vida.

El embajador japonés dijo: Es un gusto para mí estar aquí, en la cuarta exposición de arte bonsái. Ya desde antes me sorprendió el elevado nivel de los mexicanos. En otros años han venido maestros de Japón y han corroborado el manejo profesional de los árboles, y han dicho que aquí hay un gran futuro. En fecha próxima estaremos festejando los 400 años del inicio de las relaciones México-Japón, por lo que esta exposición será un motivo más de amistad e intercambio.

Para Rodolfo Rodríguez Castañeda es misión del MNCP reconocer el arte popular de México y otros países.

En el recorrido se se vieron troncos retorcidos, ahuehuetes, olmos, algunos cultivados durante 20 o 30 años. En unas piezas la punta está muerta para que el árbol ya no crezca más, pues dejaría de ser bonsai. El MNCP está en Hidalgo 289, Del Carmen, Coyoacán.