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Desastre natural
Los damnificados no tienen a donde ir ni un avión que los aleje de la pesadilla
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 19 de septiembre de 2013, p. 6

Acapulco, Gro., 18 de septiembre.

Dejó de llover en Acapulco y al descender el nivel del agua en algunas zonas lo que queda es un lodo pestilente con basura y animales muertos, porque las aguas que cubrieron varios días avenidas y casas eran una mezcla de lluvia y aguas negras. Quienes viven en las colonias Coloso o Llano Largo no tienen a donde ir, ningún vuelo posible los espera para salir corriendo de la pesadilla. Hay que hacer acopio de paciencia –recomiendan los funcionarios federales–, y formar largas filas en busca de víveres mientras la brisa lleva a todos lados el hedor reblandecido por los rayos del sol.

En la costera Miguel Alemán, las actividades han vuelto casi a la normalidad: el transporte urbano presta el servicio nuevamente, comercios y restaurantes de la zona turística más tradicional dan servicio en una aparente rutina. Pero las hospederías de Caleta y Caletilla alertan a los funcionarios; sólo tienen agua para el fin de semana. Y piden condonación de impuestos.

Cientos de habitantes de las colonias Dragos, Puerto Marqués, Coloso, Llano Largo, La Ceiba y Cayaco, entre otras, se trasladaron al Bulevar de las Naciones –principal vialidad de la zona Diamante–, para recibir las despensas de manos de los marinos.

En el estacionamiento de la tienda Costco, hombres y mujeres buscaban entre el caos. Cualquier cosa era buena: ganchos, tubos, anaqueles; hasta mesa-bancos se llevaron en una camioneta. En tanto, policías resguardaban el centro comercial, principal objetivo de los saqueadores.

Frente a hoteles de gran turismo de la zona Diamante se edificaron más de 10 mil viviendas en zona de humedales. No hay electricidad, no hay agua para tomar ni bañarse. El nivel del anegamiento, que en algunos puntos rebasó más de dos metros, comenzó a descender, pero no lo suficiente.

En un desorganizado acto, por la mañana, el gobernador Ángel Aguirre y la secretaria federal de Desarrollo Social, Rosario Robles, recorrieron el Bulevar de las Naciones, donde entregaron algunas despensas en medio de reclamos de más ayuda. Estuvieron 10 minutos y después de ser fotografiados se retiraron. En la entidad suman ya más de 16 mil damnificados.