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Calificó la escritura del Nobel Günter Grass de prosa sin valor, aburrida e ilegible

Muere Reich-Ranicki, el crítico literario más temido y admirado de Alemania

La crueldad no siempre se puede descartar, decía quien figuró como estrella mediática

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Marcel Reich-Ranicki, en la sede del Parlamento alemán, en enero de 2012, durante su disertación sobre las víctimas del HolocaustoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 19 de septiembre de 2013, p. 5

Francfort, 18 de septiembre.

Era una institución en Alemania y sus opiniones se parecían más a sentencias. O destruía verbalmente y sin misericordia un libro o lo defendía con uñas y dientes. Así era el crítico literario más admirado y temido del país, Marcel Reich-Ranicki, quien murió hoy a los 93 años.

Su ligero ceceo y su voz un tanto ronca pero penetrante, el dedo índice siempre erguido en misión pedagógica, han sido parodiados hasta el cansancio por los humoristas. Y sin embargo, MRR, como solían llamarlo, era una instancia central del ambiente literario de habla germana, una estrella mediática, conocida en Alemania como el Papa de la literatura.

Lector en Varsovia

Marcel Reich-Ranicki, amante de la literatura de origen judío, nació en 1920 en la localidad polaca de Wloclawek, a orillas del río Vístula. A los 18 años, los nazis lo deportaron al gueto de Varsovia, donde trabajó en el archivo clandestino como traductor.

Logró huir en 1943 y sobrevivió escondido con su mujer, Teófila, quien murió en abril de 2011 a los 91 años. Sus padres y un hermano fueron asesinados.

Tras la guerra se desempeñó como diplomático en Londres y lector en Varsovia. En 1958 se mudó a Alemania, donde se granjeó renombre como agudo crítico literario del semanario Die Zeit.

De 1973 a 1988 dirigió la redacción de literatura del Frankfurter Allgemeine Zeitung" (FAZ). Pero donde verdaderamente se convirtió en figura infaltable de la escena literaria alemana fue en el programa televisivo Cuarteto literario, en el cual reseñó de 1988 a 2001 junto con otros tres críticos más de 400 libros.

La emisión atrajo a una audiencia de millones y lo que MRR alababa se convertía de la noche a la mañana en éxito de ventas.

El crítico fue con frecuencia duro y a veces hasta injusto. La claridad es la amabilidad del crítico, la precisión su deber y tarea, rezaba su credo. Desgraciadamente no se puede descartar siempre la crueldad.

Muchos escritores lo han sufrido en carne propia, especialmente el Premio Nobel de Literatura 1999 Günter Grass. Prosa sin valor, aburrida desde el primer hasta el último renglón, ¡ilegible!, espetó en 1995 sobre la novela de Grass Un vasto campo. Grass lo acusó de manía de grandeza y apenas en 2002 los ánimos se calmaron entre ambos.

Junto con un gran número de libros, Reich-Ranicki publicó su autobiografía Mi vida, en 1999, que se convirtió en éxito, con más de 1.2 millones de ejemplares vendidos.

A pesar de su avanzada edad y de padecer un cáncer, que hizo público en marzo de este año desde su casa de Francfort, nunca dejó de escribir críticas y publicó con regularidad en el dominical del diario alemán FAZ.

En agosto de 2006 participó en un programa especial de Cuarteto literario. Reich-Ranicki fue galardonado por su trabajo con numerosos premios y doctorados honoris causa.