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Moscú presiona a Kiev para que no firme libre comercio con la UE

Rusia normaliza política aduanera con Ucrania tras aplicar un virtual bloqueo a sus productos
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de agosto de 2013, p. 22

Moscú, 20 de agosto.

Una semana después de haber establecido severas medidas de revisión aduanera, que en la práctica derivaron en virtual bloqueo de los productos de Ucrania al tardar las formalidades en la frontera hasta 20 días, Rusia anunció este martes que vuelve al régimen normal con el país vecino.

Las barreras artificiales a las exportaciones ucranianas se interpretaron como una forma de presión política del Kremlin al gobierno de Víktor Yanukovich con un doble propósito: forzar a Ucrania a adherirse a la Unión Aduanera que promueve Rusia bajo su liderazgo en el espacio de la antigua Unión Soviética y, sobre todo, advertirle que Rusia tomará sanciones en caso de que continúe con su intención de crear una zona de libre comercio con la Unión Europea, cuya firma del primer acuerdo en ese sentido está prevista para noviembre siguiente.

Previo a este nuevo desencuentro entre Rusia y Ucrania, que algunos observadores calificaron de guerra comercial, ocurrió un intercambio de golpes bajos.

Ucrania subió los aranceles de los automóviles extranjeros, decisión que complicó los planes de los exportadores rusos y favoreció al magnate Piotr Poroshenko.

Todo un personaje en Ucrania, Poroshenko –en años recientes fue canciller y ministro de desarrollo económico y comercio, secretario del consejo de seguridad nacional y defensa, dos veces diputado de la Rada y quiere ser candidato a alcalde de Kiev– tiene varias fábricas para ensamblar coches bajo licencia, además de ser conocido como el rey del chocolate, en su calidad de dueño del consorcio Roshen, que exporta a Rusia la mitad de su producción.

Rusia respondió como suele hacerlo cuando quiere castigar a un país vecino: mediante su ariete, Guennadi Onischenko, jefe del servicio sanitario de Rusia, que de repente descubrió no sé qué bacteria en los chocolates y bombones Roshen y ordenó cesar su importación para proteger la salud de los rusos.

Y tal vez se hubiera quedado en un simple forcejeo, si no fuera porque al interior del Kremlin se impuso la opinión de influyentes asesores que utilizaron las estadísticas del primer semestre –Ucrania redujo 35 por ciento sus importaciones de gas natural, mayoritariamente de origen ruso– para dar la voz de alarma, en el sentido de que un acuerdo de asociación entre Ucrania y la Unión Europea echaría por tierra la Unión Aduanera que aspira a encabezar Rusia en el espacio postsoviético.

En ese contexto, la marcha atrás que dio hoy Rusia al levantar las restricciones respecto de la entrada al país de productos e insumos ucranianos –que por otro lado necesita la economía rusa– es sólo una tregua.

Serguei Glaziev, asesor del presidente Vladimir Putin, afirmó que las medidas de revisión adicional tuvieron carácter de experimento, por cuanto es evidente que Rusia tendrá que aplicar con mayor rigor formalidades aduaneras, en caso de que Ucrania siempre sí suscriba el acuerdo de asociación con la Unión Europea.