Yo sé lo qué es ganar una medalla y el valor que tiene, pasar por una operación (en la rodilla), entrenar con pocas semanas y horas en el trampolín y plataforma y aún así llegar a las finales en el Mundial de Barcelona. ¿Quién lo hace? Las críticas no me duelen, aprendí a vivir con ellas, responde sin enfado Paola Espinosa, al hacer un análisis de su actuación en el certamen español, en la que no logró subir al podio.

La doble medallista olímpica consideró su participación en esa justa como una experiencia más en su larga trayectoria deportiva, en la que tiene en su vitrina una medalla de oro –la única individual en la rama femenil– en el Mundial de Roma 2009, y otra de bronce en sincronizados con Laura Sánchez, justamente en el mismo sitio en el que compitió hace 13 años en la alberca de Montjuic.

Aunque ha ganado casi todos los títulos y tiene infinidad de preseas que con cariño atesora su madre Josefina, la clavadista sigue conservando la ilusión y convicción que muy pocos deportistas tienen para representar al país y quiere otro ciclo olímpico, en el que sabe que los lugares para ir a Río de Janeiro 2016 serán fuertemente disputados en los selectivos locales y en el próximo Mundial de Kazán 2016, donde ganó otra medalla en la Universiada pero con Daniela Díaz en sincronizados plataforma 10 metros..

–¿Qué te motiva a seguir si tienes todo?

–El gusto por el deporte. Algunos dirán que estoy vieja, porque comencé de niña y acabo de cumplir 27 años. Para Río, si todo sale bien, llegaré con 30 y en plenitud.

En mi deporte hubo y hay clavadistas mayores, tenemos a un Dmitri Saoutin (39 años), un Fernando Platas que se retiró grande (casi 35), a una Yulia Pakhalina que la vimos en el Mundial de Shangai 2011 ganando a sus 34 años, refiere Espinosa.

Con la mira puesta en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014 y dejando que su entrenadora china Ma Jin decida si continúa en las dos pruebas, la bajacaliforniana continúa con su fundación promoviendo el deporte con el programa Juega Limpio: Actívate Ya, para combatir la obesidad, el sobrepeso y bullyng infantil en el país.

Ayer compartió juegos y consejos con 500 niños, hijos de trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes, durante la clausura del curso de verano en el Parque Bicentenario.

Con playera y shorts, la clavadista atendió a los medios y se refirió al tema del dopaje por clembuterol en carne contaminada que han arrojado futbolistas.

(El problema) es real y las autoridades deportivas nos piden tener cuidado con lo que consumimos. En la Conade (antes de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011) se han tomado medidas, indicó.

–¿Comerías tacos?, dicen que ahí puede estar el problema...

–Si se me diera el antojo. ¡Ya hay tacos de jícama! (risas).