Mario Lavista, un grande de la música, extraordinario compositor, maestro y consejero de muchos músicos, ha creado múltiples plataformas de proyección, dijo Isaac Masri durante la entrega del segundo Premio Anual Estación Indianilla.

Este galardón es de alguna manera un reconocimiento a lo que llamamos música clásica, música de concierto o música culta que se escribe y se toca hoy en México, manifestó Lavista durante la ceremonia donde se le hizo entrega de un libro de autor realizado por el artista Vicente Rojo y el poeta Alberto Blanco, Círculo del horizonte, impreso en el taller de gráfica del Centro Cultural Estación Indianilla.

Es un reconocimiento a varias generaciones de compositores y de intérpretes que cada día llevan a cabo una actividad artística de enorme vitalidad y originalidad. Su música de alguna manera traza una suerte de nueva geografía sonora en el quehacer contemporáneo de México, agregó Mario Lavista la noche del jueves, tras recibir el galardón de manos de Isaac Masri, director del espacio ubicado en la colonia Doctores.

El horizonte es un círculo

El poeta Alberto Blanco, al brindar el galardón a Mario Lavista, señaló que estamos acostumbrados a ver el horizonte como si fuera una recta que está enfrente, en realidad el horizonte nos rodea, es fácil entenderlo cuando uno está en la cima de una montaña. Es evidente que el horizonte es un círculo.

Destacó que Mario Lavista es parte de está vuelta, pues ha dado con una mano y recibe con la otra, eso es lo que hace un artista, al poner a circular su don. Esto es una estación, Indianilla, pero el círculo es lo que importa, ahí estamos todos involucrados.

La música, la persistencia del hierro y el árbol de la vida se conjuntaron en una noche de celebración en la antigua subestación de tranvía, hoy convertida en centro cultural.

La entrega del galardón por segunda ocasión (el año pasado se otorgó al sociólogo y ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Pablo González Casanova), estuvo acompañada por la inauguración de la exposición Alta resistencia, de los artistas Saúl Kaminer y Paul Nevin, además de que se anunció un pacto de colaboración artístico cultural con el municipio de Metepec, estado de México, cuna de ceramistas.

El pintor y escultor Saúl Kaminer destacó que al lado de su colega y amigo Paul Nevin ha mantenido un diálogo sobre la vida, el trabajo artístico, si la sopa de fideos es mejor seca.

Afirmó que para un creador lo más difícil son los primeros 70 años, pues todos los artistas que han llegado a consolidar un mundo de trabajo, una visión de la vida, todo mundo estaría en una alta resistencia.

David Israel, encargado del montaje y la selección de la obra para la exposición Alta resistencia, destacó que esa propuesta es una reunión de muchos años y etapas distintas de ambos artistas, donde se buscó un paralelismo por la estética, las formas y el uso de los materiales, una urdimbre de usos y visiones.

Se trata de unas 40 piezas de cada uno, entre escultura, dibujo, gráfica y pintura, realizadas desde 2006 hasta la actualidad. Asimismo, incluye un gran mural sin terminar de Nevin, que continuará en proceso de creación durante el periodo de exposición, que culminará el próximo 4 de octubre.

El Centro Cultural Estación Indianilla se ubica en la calle Doctor Claudio Bernard 11, colonia Doctores.